SAN PEDRO SULA, HONDURAS.-Los tribunales dictaron este lunes detención judicial contra el sospechoso del asesinato de la maestra
Sulmi Sumilda Erazo Munguía (54), cuyo cuerpo apareció en
avanzado estado de descomposición en un solar baldío del sector Armenta de San Pedro Sula, norte del país.
Se trata de Augusto César Ocón Hernández (29), estudiante de Medicina y quien además años atrás había sostenido una relación amorosa con la hija menor de la víctima.
Ocón Hernández, que fue remitido a la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán, mientras se investiga el caso, es la última persona que vio con vida a la docente.
El imputado cruza el cuarto año de Medicina y fue descrito por compañeros de carrera como una persona extraña.
Sospechoso relata cómo fue el crimen
La maestra Sulmi Sumilda Erazo Munguía fue vista por última vez el pasado 3 de abril, al salir del Instituto Patria de La Lima, Cortés, en compañía de otra docente y el sospechoso. Las investigaciones revelan que dejaron a la acompañante en el centro de San Pedro Sula y después Sulmi se dirigió con Ocón Hernández al sitio donde apareció sin vida.
El imputado, en su defensa, alega que llevó a la maestra a ese sector bajo engaños, asegurándole que le compraría en efectivo el vehículo que ella tenía en venta.
Tras cuatro días de estar desaparecida, el cuerpo de la maestra fue hallado en Armenta.
Al llegar al sector de Armenta, el sujeto que los esperaba dejó que la maestra bajara del automóvil y le disparó en la cabeza para luego trasladar el cadáver a un sector cercano y abandonarlo ahí.
Ocón Hernández sostiene que le indicaron 'llevarse el auto y no decir nada'. También alega que los asesinos le venían cobrando impuesto de guerra a la docente desde hace un año y que solo él sabía de ello.
Pese a sus alegatos, él es el principal sospechoso del asesinato de Sulmi Erazo y deberá acudir a una audiencia inicial el próximo viernes 12 de abril a las 2 de la tarde.
Vea: Así era Sulmi Erazo, la maestra asesinada en San Pedro Sula
Se trata de Augusto César Ocón Hernández (29), estudiante de Medicina y quien además años atrás había sostenido una relación amorosa con la hija menor de la víctima.
Ocón Hernández, que fue remitido a la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán, mientras se investiga el caso, es la última persona que vio con vida a la docente.
El imputado cruza el cuarto año de Medicina y fue descrito por compañeros de carrera como una persona extraña.
Sospechoso relata cómo fue el crimen
La maestra Sulmi Sumilda Erazo Munguía fue vista por última vez el pasado 3 de abril, al salir del Instituto Patria de La Lima, Cortés, en compañía de otra docente y el sospechoso. Las investigaciones revelan que dejaron a la acompañante en el centro de San Pedro Sula y después Sulmi se dirigió con Ocón Hernández al sitio donde apareció sin vida.
El imputado, en su defensa, alega que llevó a la maestra a ese sector bajo engaños, asegurándole que le compraría en efectivo el vehículo que ella tenía en venta.
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En el lugar ya los estaba esperando un sujeto, hasta ahora no identificado, que lo había amenazado para que la llevara. 'El problema es con ella, no con vos', asegura que le advirtieron.
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Al llegar al sector de Armenta, el sujeto que los esperaba dejó que la maestra bajara del automóvil y le disparó en la cabeza para luego trasladar el cadáver a un sector cercano y abandonarlo ahí.
Ocón Hernández sostiene que le indicaron 'llevarse el auto y no decir nada'. También alega que los asesinos le venían cobrando impuesto de guerra a la docente desde hace un año y que solo él sabía de ello.
Pese a sus alegatos, él es el principal sospechoso del asesinato de Sulmi Erazo y deberá acudir a una audiencia inicial el próximo viernes 12 de abril a las 2 de la tarde.
Vea: Así era Sulmi Erazo, la maestra asesinada en San Pedro Sula
