El exdirector de la Policía Nacional, Ricardo Ramírez Del Cid,
pidió este jueves al ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla y al director Juan Carlos Bonilla que tengan la caballerosidad de poner su renuncia al presidente Porfirio Lobo, ya que ambos saben que no han hecho bien su trabajo ni están comprometidos con la seguridad de Honduras.
Ramírez Del Cid, a quien le asesinaron su hijo Óscar Roberto (17), el pasado domingo, durante un atentado en un negocio de comidas ubicado en la colonia Altos de Toncontín, rompió este día el silencio.
El comisionado general dejó entrever, durante la entrevista concedida a Radio América, que la institucionalidad debe responder por el crimen de su hijo y de sus dos guardaespaldas, ambos miembros del Escuadrón Cobra.
“Inmediatamente tuvo conocimiento del hecho, muchas personas, amigas, que tienen conocimiento del trabajo policial (pedí ayuda) para saber qué había detrás de este hecho”, dijo.
'En realidad se puede dar un incidente casual, pero tenía que comprobar qué había detrás, porque tenía que saber para proteger a mis demás hijos ya que pueden intentar hacerles daño', expresó.
Lo más duro es que “desde las instituciones de seguridad es que me han hecho este daño, desde las dos instituciones, tanto Fuerzas Armadas como Policía Nacional, me han hecho este gran daño”.
En emotivas declaraciones, Ramírez del Cid dijo que 'lo esperé desde la criminalidad, pero nunca esperé que desde adentro se me hiciera este daño, esto me ha dolido tanto y me ha traído tanta confusión, yo sé que está en manos de la autoridad fiscal, no tienen que dejarse confundir, yo sé todo, sé todo, le prometí a mi esposa, junto al cadáver de mi hijo, que yo no iba a mancharme las manos, yo iba a dejar esto en manos de la justicia terrenal y si la justicia terrenal no hace justicia, de la justicia divina no van a tener perdón”.
“Yo se que la intención no era el asalto, para ir a hacer el asalto no van a ir 15 o más personas a hacer el asalto, de boca de testigos sé todo, sé que la intención era llevárselo, era secuestrarlo, yo admiro, yo siento que nadie menciona a Gúnera, a Lira, son los que han estado conmigo, son parte de la familia, han estado conmigo”, añadió en referencia a los dos efectivos que perecieron también en el hecho sangriento.
Ramírez dijo que no se trata de ser valiente, 'se trata de la muerte de mi hijo y que deben haber cambios en el país'.
Dijo desconocer cuál era el objetivo de secuestrarlo.
Al consultarle si el crimen fue planificado desde la Penitenciaría Nacional, respondió que él “trabaja con hipótesis, trabajo con realidades y él sabe que los hechores materiales son mareros de la 18.
Desde el domingo, cuando su hijo estaba agonizando, ahí supo que lo estaban vigilando y él y sus amigos montaron vigilancia.
'Ahí estaba muerto uno de los involucrados y otro estaba herido, pero la autoridad policial brillaba por su ausencia en el hospital'.
Indicó que había policías, pero eran de sus amigos.