Tegucigalpa, Honduras
Cuando Lucía Ramos observó por la ventana del autobús que la trasladaba hacia su destino, jamás imaginó que lo que vería le rompería el alma en miles de pedazos.
Un zapato tirado en el anillo periférico, a inmediaciones de la colonia Víctor F. Ardón, le dio la terrible alerta de que algo andaba mal y que el cuerpo que yacía en el pavimento era de alguien que conocía. Tenía razón, su esposo había sido atropellado y estaba muerto. Esa triste escena se vivió ayer en Tegucigalpa cuando una cisterna llena de agua embistió a un transeúnte que cruzaba la calle.
El nombre del fallecido es Pedro Roberto Salgado de 45 años. El humilde hombre era un agricultor residente de San Juan del Rancho, en el departamento de Francisco Morazán.
Junto a su esposa viajaba uno de sus hijos, quienes al ver a su familiar tendido rompieron en llanto, convirtiendo el suceso en una escena desgarradora.
El cuerpo de Salgado quedó tendido en uno de los carriles de la vía tapado con un plástico negro. A solo metros de él estaban su billetera y uno de sus botines.
Momentos después llegaron los funcionarios de Medicina Forense a hacer el levantamiento.
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Accidente
Los testigos que estaban al momento de la tragedia afirmaron que el conductor de la unidad cisterna se desplazaba a exceso de velocidad y que no le dio oportunidad de frenar cuando el fallecido cruzó la calle. Esta versión no ha sido confirmada por las autoridades policiales o de Tránsito.
Se desconoce el nombre del conductor del camión y se presume que fue trasladado por la Policía a otro sitio para ser interrogado.
Además, versiones de varias personas dicen que el camión pertenece a la Alcaldía Municipal. No obstante, cuando los medios de comunicación llegaron al lugar, la unidad tenía pegado con cinta adhesiva varios pedazos de papel en una de sus puertas.