LA PAZ, HONDURAS.- En medio del dolor, lágrimas y gritos desgarradores, familiares y amigos dieron el último adiós a la madre y los dos menores que fallecieron soterrados la noche del sábado luego de que un derrumbe aplastara su humilde vivienda.
Los cuerpos fueron sepultados en la comunidad de Juniguara, Santa Ana, La Paz, en el mismo lugar en donde perdieron la vida.
Los féretros de los dos niños, Dennis Josué Argueta (9) y Ruth Nohemí Argueta (7), fueron colocados en una misma fosa, mientras que el de su madre Sonia Patricia Escobar (25) en otra, muy cercana a sus retoños.
El sepelio se realizó a eso de las 2:00 de la tarde de ayer, en medio de una pertinaz lluvia que matizaba aún más gris el doloroso momento.
Decenas de personas de la comunidad acompañaron a los familiares y lamentaban la forma en que fallecieron tres de sus vecinos.
Don Santiago Argueta, esposo y padre de las víctimas, lloraba amargamente sobre los féretros al saber que jamás volverá a ver a sus seres queridos, con los cuales pudo platicar y compartir por última vez hasta las 9:00 de la noche de ese fatídico sábado.
“Cuando quisimos escapar el derrumbe me quitó a los niños de la mano. Me los arrebató. Solo yo me pude salvar”, lamentaba con impotencia.
Recordó que esa noche vigilaba a su familia mientras dormía. “Sentía como que podía pasar algo. El primer derrumbe obstruyó la puerta principal, corrí hacia la parte de atrás pero también la tierra se estaba desprendiendo. Quisimos escapar por otra puerta pero fue muy tarde”.
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Más derrumbes
El alcalde de Santa Ana, German Mendoza, informó que ayer continuaban los derrumbes en Juniguara, por lo que habían ordenado a dos familias que evacuaran sus viviendas para evitar otra desgracia. Sin embargo, se resistían a salir de las casas.
Asimismo, en la comunidad de San Antonio de hay unos mil habitantes incomunicados por los deslizamientos.
En el municipio de San Antonio del Norte, los bomberos continuaban la búsqueda de Mario Perdomo (40), quien fue arrastrado por las aguas del río Grande.