TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Dos masacres ocurridas en menos de 14 horas, en distintas ciudades del país, generaron alarma tanto en la población como en las instituciones de seguridad del Estado.
El domingo 19 de mayo fueron ajusticiados cinco hombres en el interior de una vivienda de la colonia 8 de Octubre, del municipio de Intibucá, en el occidente del país.
Alrededor de 15 sujetos llegaron al inmueble vistiendo uniformes militares y policiales, así como otros vestidos de civil, quienes se hicieron pasar como fiscales del Ministerio Público.
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Horas más tarde, cuatro personas fueron ultimadas a balazos en la colonia La Unión de San Pedro Sula. Las cuatro víctimas, dos hombres y dos mujeres, recibieron varios balazos en el interior de una vivienda.
Jair Meza, portavoz de la Secretaría de Seguridad, aseveró que “el caso de Intibucá se le atribuye al crimen organizado, por ende hay líneas de investigación referentes a otros casos que se han dado en esa zona del país”.
El oficial de la Policía manifestó que “una vez que se identificaron a las personas que murieron, se está trabajando en ese contexto para poder judicializar el caso”.
Dijo que “ya hay avances, se menciona a una estructura criminal de la zona de La Mosquitia que pudo haber estado involucrada en este hecho”.
Explicó que el hecho tuvo una peculiaridad al utilizar prendas militares y policiales, como si fueran entes de seguridad del Estado, es decir, que los autores del quíntuple crimen montaron un falso allanamiento.
“Utilizaron tres vehículos, un doble cabina color blanco, al cual le pintaron una bandera de Honduras en las puertas, haciéndose pasar como del Ministerio Público y otro carro pintado en verde como si fuera de las Fuerzas Armadas”, detalló.
También participó un tercer automotor que servía de apoyo y fue el que se adelantó después de la matanza para colocar obstáculos en la salida de la ciudad para que las patrullas sufrieran desperfectos en sus llantas y no pudieran perseguirlos.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Honduras, capitán de navío José Meza, indicó que “definitivamente no hubo participación de la institucionalidad del Estado, eso es completamente falso. Ya se confirmó que dicho vehículo (el verde) tenía denuncia de haber sido robado a una persona particular y lo pintaron como que fuera de las Fuerzas Armadas”.
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