TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Lo perdimos todo, pero gracias a Dios que nos permitió vivir”.Con su voz entrecortada, doña Felipa Velásquez narró cómo fue el incendio que a eso de las 11:00 de la mañana de Navidad se registró en el sector Mitch de la colonia La Era de Tegucigalpa, el cual arrasó con cuatro viviendas.
“Lo perdimos todo, pero gracias a Dios que nos permitió la vida. Yo pienso que esto que nos ha pasado es una nueva oportunidad”, manifestó con voz firme la mujer, en el momento que observaba cómo los miembros del Cuerpo de Bomberos sofocaban las llamas que arrasaron con todo lo que tenían y que con esfuerzo lograron obtener en los últimos 20 años.
“Yo le digo a mis hijas que todas somos mujeres luchadoras y que vamos a comenzar de cero, pero Dios nos va a ayudar. Yo solo vivo con mis hijas y siempre he luchado junto a ellas para vivir dignamente”, detalló.
Los ocupantes de las cuatro viviendas, que en total suman 20, son de una misma familia: nueve son niños y 11 son adultos.
El siniestro tomó por sorpresa a los vecinos y en especial a los propietarios de los inmuebles.
“Nosotros no nos esperamos esto. Nos acabábamos de levantar y desayunamos pensando a qué lugar iríamos a pasear pues la Navidad la pasamos muy bien en familia, ya que hemos sido una familia muy unida”, detalló doña Felipa Velásquez.
“De un momento a otro esto nos cambió todo porque ni nos habíamos alistado y solo nos quedamos con la ropa que andamos puesta. Pienso que esto es un propósito de Dios, porque Dios es bueno y todo obra para bien”, prosiguió. Lo que esta humilde mujer no pierde son las esperanzas para seguir adelante junto a sus hijas, que también perdieron todo lo que tenían en sus casas.
Pérdidas
Electrodomésticos, ropa y hasta dinero en efectivo que tenían guardado en medio de la ropa perdieron pues doña Felipa comentó que había guardado más de 8,000 lempiras en efectivo y que pensaba ir a depositarlos a una cuenta en una cooperativa.
“Yo tengo fuerzas para seguir luchando. En este momento lo único que pienso es esperar que mi casa se enfríe, entrar todos y darle gracias a Dios y pedirle que nos guíe porque hay que darle gracias a Dios por todo porque nos ha preservado la vida”, repitió una vez más.
“No es nada fácil, es difícil ver cómo se quema el esfuerzo de tantos años, pero hay que agradecerle al Señor y pensar cómo vamos a comenzar porque de algo nos va a servir esto”.
Don Hernán Zapata fue una de las personas afectadas pues tiene problemas de hipertensión y al ver las llamas se desmayó. Personal del 911 llegó para atender a las personas que sufrieron algún problema en su salud.
Por su parte, los miembros del Cuerpo de Bomberos desarrollaron una gran labor al apagar las llamas. A las labores de extinción se sumaron los vecinos, quienes con sus cubetas lanzaron el agua a las llamas.
