Tegucigalpa, Honduras
Desde hace 12 días las autoridades locales decidieron retirar a los elementos de la Policía Municipal del Paseo Liquidámbar, para evitar más enfrentamientos con los vendedores.
La decisión abrió paso para que los comerciantes ambulantes volvieran a invadir la antigua peatonal con más fuerza al grado que hace recordar las carpas de nailon y los puestos de madera que hacían de la zona una mercado persa, hace una década.
Y es que las autoridades edilicias calculan que son más de 600 vendedores informales los que a diario se apuestan desafiantes con sus ventas en el Paseo Liquidámbar y calles aledañas del centro histórico.
El 30 de agosto se reportó el último enfrentamiento entre los elementos municipales y los buhoneros.
Los encontronazos fueron más violentos luego de que los uniformados resguardaban el lugar usando equipos antimotines.
Instalación de carpas
En los últimos días, algunos vendedores se han instalado con carpas y sombrillas para ofrecer sus productos.
Además de vendedores que sobre un nailon extendido en el suelo con exposición de sus productos.
El exalcalde Ricardo Álvarez recordó que no puede haber vendedores en el casco histórico, ya que en su administración (2006-2010) se creó una ordenanza municipal que lo prohíbe.
“Esto es generar desorden y volver al caos que había antes, creo que tienen que asegurarse de que no se pierda el centro histórico, ya que tiene un valor muy importante para el turismo, el desarrollo y generación de empleo”, recalcó Álvarez.
Al no existir vigilancia en la zona, la invasión de los comerciantes informales es mayor, hasta el punto de obstruir el paso a las personas que transitan por el lugar.
“Ahora se está haciendo una lucha muy fuerte para que las personas vuelvan al centro, los empresarios están invirtiendo y sería muy injusto que estos proyectos se vinieran abajo por la falta de orden”, agregó Álvarez.
A diario entre los elementos municipales y los vendedores se reportan hasta tres enfrentamientos.
Para Arturo Suárez, exgerente del Centro Histórico, las autoridades edilicias no tienen el control del lugar.
“Hay zonas donde los vendedores están de forma permanente. Después de las 4:00 de la tarde el centro se vuelve tierra de nadie, un mercado abierto hasta las 7:00 de la noche”, recalcó Suárez.
Por su parte, el edil Nasry Asfura mencionó que se están diseñando nuevos mercados para reubicar a los vendedores.