TEGUCIGALPA,HONDURAS.- Aunque se esperaban con ansias, debido a la extrema sequía en la que viven los capitalinos, las lluvias también han activado las alertas de la vulnerabilidad.
Las copiosas precipitaciones que se reportaron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles dejaron una veintena de emergencias en la capital.
El reporte ofrecido por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) establece que en la capital se registraron caídas de árboles, inundaciones, derrumbes, levantamiento de techos y colapso de varios muros.
En total resultaron afectadas y dañadas 23 viviendas y mismo número de familias, que equivalen a 115 personas entre adultos y niños.
Entre las colonias afectadas están Miraflores Sur, Río Grande, El Pedregal, 21 de Febrero, Monterrey, Los Llanos, Los Robles, La Trinidad, Bernardo Dazzy y Las Torres, esta última con más casos de Covid-19 del DC.
Al listado se suman la Kennedy, Los Jucos, Agua Dulce, Aldea Suyapa, Villa Adela, 1 de Diciembre, Campo Cielo y Villa Nueva.
Al cierre de esta edición, el Cuerpo de Bomberos reportó el levantamiento de techos en 18 viviendas de Ciudad España a raíz de los fuertes vientos y lluvias que se registraban en la zona.
Vivieron para contarlo
En medio de una fuerte tormenta, tres familias vivieron la peor experiencia de sus vidas, ya que estuvieron a punto de perecer soterradas ante el deslizamiento de unas gigantescas rocas.
“Eran las 10:30 de la noche, nos acabábamos de acostar y se había ido la luz. De repente escuché un estruendo y me levanté a ver qué pasaba, venía alumbrando con el celular y veo a mi hija aterrada por las piedras”, recordó sin contener el llanto doña María Sierra, una vecina afectada del sector 3 de la Campo Cielo.
En esta zona se produjo un deslizamiento de rocas, una de ellas cayó sobre la vivienda, atravesó el techo y se detuvo encima de la joven Katherin Sierra, hija de doña María.
“Es un milagro de Dios que mi hija esté viva, un vecino me ayudó a sacarla, luego fue llevada al hospital por el 911 y está fuera de peligro”, aseveró. La misma situación vivió don Rigoberto Sosa y su familia, ya que mientras platicaban en la sala de su casa una enorme piedra se desprendió.
“Nunca había sentido temor como el que viví esa noche”, relató angustiado Sosa.
