TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A 19 kilómetros al noroeste de la ciudad se encuentra el Parque Nacional La Tigra (PNLT), con su bosque nublado y clima fresco, el pulmón de la capital ofrece nuevos atractivos gracias a los proyectos de mejoras.
Imponente y listo, sus visitantes pueden disfrutar de la serenidad de la naturaleza al acampar o recorrer la red de 24 kilómetros que ofrecen sus seis senderos.
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Obras
Con una inversión aproximada de 3.5 millones de lempiras, ahora las 24 mil hectáreas del parque siguen renovando su rostro con el objetivo principal de hacer conciencia sobre la importancia del bosque y el agua.
Rufo Paredes, director ejecutivo de la Fundación Amigos de La Tigra (Amitigra), detalló que entre las nuevas obras, ya finalizadas, se destaca la remodelación de dos senderos y la construcción de un parque infantil en medio del bosque.
“El área de juegos para niños está por la entrada, los juegos están entre los árboles, hay postes, lazos, puentes para desarrollar las actividades motrices de los pequeños. También se instalaron bancas para que los padres se sienten y miren a sus hijos”, explicó.
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Mirador
Otra obra lista es el mirador. A dos mil metros sobre el nivel del mar hay una vista espectacular que se posiciona entre los diez lugares más altos de Honduras.
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Jorge Luis Palma, director técnico del parque, manifestó que desde ese punto los sentidos viven al máximo la experiencia de la naturaleza y logra entender la riqueza de un bosque nublado.
“Se siente el frío, se observa la neblina y se escucha el viento, esos tres elementos generan una vista exclusiva y lo hacen distinguir de los demás miradores del parque y del país”, pronunció.
Campamentos
Consientes que el PNLT ofrece la mejor experiencia para acampar en la zona central, se agregaron seis plataformas alejadas.
“En ellas se permite poner las tiendas, poseen bancas y un área para fuego. Se genera privacidad en caso que se busque estar lejos de las demás personas”, expuso.
De igual manera, para contribuir con los habitantes de la zona, ya hay disponibles tres quioscos para vender productos como flores o frutas para los visitantes y turistas.
En proceso
Con un avance de un 75% en su infraestructura está la remodelación del área de visitas.
En esa parte, el objetivo es amplificar la experiencia visual a través de videos y máquinas interactivas.
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“La idea es mostrar a los visitantes los sonidos de las aves, que presionen botones y escuchen la historia del parque, información de la fundación, flora y fauna de la zona”, adelantó Paredes.
Esa parte denominada Centro de Interpretación tendrá un área exclusiva para destacar la importancia del agua.
Parte del proyecto, para generar vinculación entre las personas y el medio ambiente, adelantó la idea de proponer que se incluya en el plan de estudios escolares para que los niños visiten el parque.
“Si ellos vienen, se divertirán y aprenderán. Hay que sembrar la semilla del cuidado del bosque desde temprana edad, esa es nuestra aspiración”, declaró.
La inauguración de todas las obras podría realizarse a finales de enero o mediados de febrero.
Según las estimaciones del personal del parque, el cierre de cinco meses por la pandemia provocó una pérdida de medio millón de lempiras.
No obstante, ahora permanece abierto en el marco de un protocolo de bioseguridad.
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