TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es negro como la noche y sus ojos brillan como dos estrellas que iluminan el firmamento, así es
Ori, un pequeño cadejo proveniente de la familia del hurón.
El simpático Ori fue donado al zoológico Rosy Walther por un grupo de personas, hasta el momento se desconoce cómo lo obtuvieron, pero las autoridades del recinto animal agradecieron mucho la buena acción de los ciudadanos.
Nuestro chiquitín amigo tiene más de un año de permanencia en el sitio. Los biólogos de este zoológico aseguran que cuando los turistas se acercan para conocerlo, lo miran con extrañeza, debido a su color y alargado cuerpo.
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Esto lo convierte en el animal más extraño del zoológico, pero Ori es tan agradable que en minutos hace que los demás dejemos de verlo como una especie rara.
Ori es un cadejo de orejas pequeñas, patas grandes y cuello alargado. Foto: Emilio Flores | EL HERALDO
Con su enorme curiosidad -que no sé cómo le cabe en ese delgado y pequeño cuerpecito- busca ganarse el cariño de todo mundo… ¡Y vaya que lo logra! Pues siempre le presta atención a quien llega a visitarlo.
Este animal, que también tiene un parecido con la comadreja y la nutria, es omnívoro, es decir que se alimenta de animales, plantas o frutas. Las principales frutas que Ori consume son: sandía, banano y naranja. También come elotes.
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Por otra parte, las carnes que forman parte de su dieta alimenticia son la de res y pollo, sin dejar de agregar un par de ratones a esta lista.
Por nada del mundo es una especie agresiva, al contrario, es demasiado juguetón, tanto así que pensó que la cámara de EL HERALDO era un objeto con el que podía divertirse.
Nuestro curioso y juguetón amiguito tiene más de un año de permanencia en el zoo. Foto: Emilio Flores | EL HERALDO
Ori invierte su tiempo en enriquecedoras actividades como jugar con troncos o buscar su comida dentro de algunas cajas, pese a esto, necesita estar más ocupado, pues su inteligencia siempre le está indicando que busque la manera de escaparse.
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Acuda al recinto animal y aproveche para conocer a este animalito de orejas pequeñas, patas grandes y cuello alargado.
Déjese cautivar por la curiosidad de Ori y disfrute el instante en que saca su diminuta cabecita por un agujero, buscando ser acariciado por usted.
El simpático Ori fue donado al zoológico Rosy Walther por un grupo de personas, hasta el momento se desconoce cómo lo obtuvieron, pero las autoridades del recinto animal agradecieron mucho la buena acción de los ciudadanos.
Nuestro chiquitín amigo tiene más de un año de permanencia en el sitio. Los biólogos de este zoológico aseguran que cuando los turistas se acercan para conocerlo, lo miran con extrañeza, debido a su color y alargado cuerpo.
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Déjese cautivar por la curiosidad de Ori y disfrute el instante en que saca su diminuta cabecita por un agujero, buscando ser acariciado por usted.
