TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Bondadosa es la naturaleza que, entre tantos retos que viven a diario los capitalinos, regala un espectáculo de colores para admirar.
Durante marzo y abril, Tegucigalpa y Comayagüela se llenan de vida con el florecimiento de árboles que parecieran abrazar con sus ramas cada pétalo de las flores.
Macuelizos, jacarandas y napoleones engalanan los bulevares, calles principales, zonas residenciales y hasta el rincón más escondido de la ciudad.
Jonathan Laínez, titular de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) de la comuna capitalina, detalló que este tipo de árboles son nativos del país y que se ha impulsado desde hace más de quince años que se siembren en las calles de la capital. Laínez pormenorizó que al inicio requieren de sumo cuidado para que se adapten al entorno, pero que una vez se alcanza el objetivo son amigables con la ciudad.
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“Son árboles nativos de Honduras, no tienen raíces tan agresivas, pero sí son grandes, por eso se debe buscar bien dónde sembrarlos”, explicó Laínez.
Entre las zonas en las que se puede apreciar este tesoro natural se encuentra el bulevar Suyapa, la calle Real de Comayagüela y el barrio La Granja.
“Observar la capital así, llena de flores, me hace sentir que la vida sigue su ciclo y que la primavera llegó, me gustan mucho los colores, sobre todo los tonos rosados, es una temporada que disfruto”, expresó María Villacorta, una capitalina.