Y es que hasta los capitalinos se encuentran a la expectativa cada fin de año para saber quiénes son los personajes elegidos por los arquitectos del humor y la crítica para protagonizar a estos monigotes.
Uno de los diseños más esperados se ubica en la aldea Germania, en la salida al sur, donde cada año el ingenio y la creatividad logran capturar la atención de los cientos de conductores que circulan por la congestionada calle.
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Uno de los responsables de que estas estructuras hagan arder al “año viejo” es Luis Lagos, quien en esta ocasión armó un enorme helicóptero sobre el que se recuestan tres monigotes que representan a Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional; Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras; y Nasry Asfura, alcalde del Distrito Central.
“Esto es solo una tradición, no tenemos nada en contra de estos personajes, pero con todo respeto se hacen para dar un mensaje. Cada año se queman con la idea de que cambien en favor del pueblo”, afirmó Lagos.
En la capital hay todo tipo de monigotes, desde los más sencillos que utilizan una pelota como cabeza hasta otros mucho más elaborados.
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