Tegucigalpa

Adversidad de su hijo lo lleva a abrir una fundación

A Javier López, Dios lo bendijo con un primogénito.Ahora es líder de una fundación que ayuda a menores con discapacidad

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17.03.2017

Tegucigalpa ,Honduras
La responsabilidad, el compromiso y el amor son combinaciones esenciales a la hora de procrear a un hijo, como en el caso de Javier López, a quien Dios bendijo con un primogénito.

El heredero Javier Arístides López nació en 1989. “El embarazo de mi esposa fue normal, cuando nació observamos características que no eran normales en un bebé, pero creímos que era parte del proceso”, dijo López. La inexperiencia, la juventud y la falta de desarrollo en el área de la salud fueron obstáculos en aquellos años para determinar la enfermedad de su hijo, relató el progenitor.

Con el paso de los años, el infante presentó problemas en su cabeza ya que no podía mantenerla firme y problemas de lenguaje.

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“Le realizamos infinidades de exámenes, visitamos cuanto médicos pudimos, pero no decían nada, no existía un diagnóstico claro, hasta que entendimos que Dios nos había mandado un niño especial”, agregó el padre de 53 años. Según el diagnóstico médico, una lesión en su cerebro fue la causa que desencadenó el extraño comportamiento del infante. Luego de dos años, el pequeño realizó el examen para realizar su preparatoria en el Instituto Salesiano San Miguel. Pasado los meses, las autoridades de la institución se comunicaron con sus padres para comunicarles que Javier Arístides presentaba deficiencia en el aprendizaje y la conducta.

“El amor de un padre no cambia, se mantiene, hasta el momento desconocemos el porqué Dios quiso enviarnos a nuestro hijo de esta manera, solo nos resta cuidarlo y darle el amor necesario”, explicó el padre.