TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “¡Queremos gerente, queremos gerente!”, coreaban ayer a una sola voz un grupo de empleados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) en las afueras de las instalaciones de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS), cuyo portón permanece cerrado con candado desde el pasado 9 de enero.
La restricción del ingreso fue una orden de Arturo Tróchez, titular de la UMAPS, luego de supuestas provocaciones que empleados del SANAA hacían en su contra, asimismo, por la falta de respuesta de las autoridades del ente estatal sobre las diversas misivas donde se solicitaba mover al personal de las instalaciones, que según explicó el funcionario, ahora le pertenecen a la UMAPS, en la colonia Divanna.
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Esa teoría es refutada por los más de 150 empleados del SANAA que estaban asignados a ese plantel. “Estas instalaciones son del SANAA, Tróchez está equivocado.
La ley dice que la municipalización del agua se hará hasta que paguen las prestaciones y eso no se ha cumplido”, dijo uno de los empleados afectados.
De su lado, Julio Sánchez, presidente del Sindicato del SANAA, aclaró que, en el plantel de la Divanna, donde funciona la UMAPS, son afiliados al Sindicato del Servicio Autónomo quienes se mantienen al pie de lucha, pero en SANAA central, en la primera avenida de Comayagüela, son empleados temporales allegados al suspendido Leonel Gómez quienes mantienen los portones cerrados.
“Hoy (ayer) queríamos normalizar las actividades en SANAA central, pero ha sido imposible porque no se llegó a un consenso con los compañeros temporales”, lamentó Sánchez.
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