TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Hago un llamado a la solidaridad de los gobernantes, empresa privada o cualquier persona para que me ayude”, son las sinceras palabras del artista capitalino Alejandro Espinoza.
El pensamiento del escultor, que se viralizó en tiempos de pandemia por dar vida a la obra Bicentenario, surge mientras pasa por una mala racha como muchos artistas que buscan generar ingresos con el arte.
Y es que pese al reconocimiento obtenido, que cada día se apaga, mantiene viva la llama de la esperanza y asegura que su sueño es terminar de pintar el mural en piedra Bicentenario a orillas del bulevar Comunidad Económica Europea y replicar su arte en piedra en los 18 departamentos.
“El mural lo hice prácticamente con las propinas de las pocas personas que estaban en la calle, pero siempre pensaba en llamar la atención de los gobernantes. Incluso el exalcalde me llamó, pero el apoyo nunca llegó. La diferencia de ahora, es que el nuevo alcalde en su discurso prometió apoyo a los artistas, por eso no pierdo la esperanza”, manifestó.
Dificultades
Su modesta vivienda, en una de las colonias al norte de Comayagüela, es el epicentro del arte para el capitalino, que expresó que “con el don regalado por Dios” sí es posible vivir siempre y cuando la ayuda terrenal también se manifieste.
Hay que resaltar que Alejandro, de 46 años, reveló que nunca puso un pie en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA). Pese a eso, sus intentos para desarrollar su carrera como artista autodidacta y crear intricadas piezas toman impulso entre las dificultades que lo rodean.
“Soy artista, pero para ganarme unos 200 lempiras al día realizó trabajitos de madera como carpintero, pero también cuando me toca pinto casas o trabajos de albañilería, le hago hasta de ayudante. A veces me encuentro una piedra, la llevo a mi casa y hago pequeñas esculturas para venderlas”, detalló el padre de tres hijos.
Reconocimiento
Mientras la pandemia mantenía a los capitalinos lejos de las calles, el escultor desafió el mortal virus y se equipó con un cincel y almádana para visitar en su bicicleta, durante más de un año el lienzo en piedra a orillas del bulevar Comunidad Económica Europea.
Poco a poco se convirtió en novedad, con la ayuda de medios de comunicación como EL HERALDO, el humilde y talentoso artista acaparó la atención no solo de los capitalinos y la noticia llegó hasta Asia y Europa.
Gracias a la popularidad que obtuvo en su momento, hace unos meses, la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (Secapph) le regaló un juego de herramientas. El regalo lo llenó de orgullo; sin embargo, las herramientas están en pausa por falta de más apoyo.
“En el caso de la obra Bicentenario, si se fijan la guacamaya la pinté. Para finalizarlo solo ocupo pintura, cemento para pulirlo porque algunos carros han chocado en el muro y por último un pequeño sueldo”, indicó.
Proyectos
Con el ideal de esparcir sus obras, no ocultó su emoción al imaginar que con apoyo de escultores de la ENBA, imponentes piezas podrían surgir para destacar la riqueza, cultura e historia que acompaña a Honduras.
“Quiero que las obras sean en una vía pública, que toda la gente que pase pueda tomarse fotos con los murales, los miren o si quieren los ignoren, así es el arte. Se puede representar lo simbólico de cada departamento, por ejemplo en Comayagua tallar en un muro la iglesia, en la carretera al sur la Batalla de Trinidad, hay muchas posibilidades”, resaltó.
Para realizar sus obras en la capital y todo Honduras, el modesto artista indicó que su número telefónico es el 9615-7793 para que los que tengan interés en ayudar, ya sea con financiamiento o contrataciones, puedan contactarlo.
