TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A punto de convertirse en caminos de herradura, las calles de la colonia Cerro Grande son un desastre y gritan por auxilio.
En un recorrido realizado por EL HERALDO, en atención a las múltiples denuncias recibidas, se constató la veracidad de los reclamos y la urgencia de un mantenimiento.A
menos de seis kilómetros del bulevar del Norte está la entrada de la colonia, tras ingresar por el portón más de un kilómetro de la calle de acceso está en buen estado, antes de encontrar los abundantes daños.
De acuerdo con los lugareños entrevistados en el sector dos de la colonia, los baches tienen una década y pese a su magnitud las reparaciones aún no llegan.
Hay que resaltar que en varias calles el deterioro es tan severo que dañar un vehículo tipo turismo es una posibilidad.
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Calamidad
Asimismo, otro problema que molesta a los residentes es el deslizamiento que está por la calle aledaña al mirador.
Incluso, los daños por el suelo se reflejan en las paredes rajadas de las viviendas contiguas a la zona que podría continuar sucumbiendo.
En otro punto, frente al campo de tierra en específico, la historia se repite, los daños son casi cunetas que parten la calzada.
“Aquí pasamos tirándole tierra a esos agujeros, cuando los vecinos construyen también utilizan los desperdicios para tapar los baches”, indicó una vecina, mientras señalaba los daños cercanos a la cancha.
De acuerdo con la afectada, en esa área los agujeros comenzaron a aparecer hace tres años.
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Otros problemas
Entre las denuncias expuestas por los vecinos, también se destaca la ausencia de alumbrado público.
“Aquí no hay lámparas en todos los postes, aun así en el recibo nos cobran el alumbrado, por eso hacemos un llamado a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica”, destacó una dama de la tercera edad.
Mientras algunos enfilan sus reclamos al mal manejo de impuestos en la comuna porque no miran una solución, otros que prefirieron no identificarse culpan a los autores del proyecto habitacional.
“Tengo entendido que hasta que vendan todos los lotes no arreglarán las calles, pero ahí hay lotes que están abandonados desde hace muchos años”, detallaron.
De igual manera, parte del calvario lo ocupa la ausencia de un patronato legal, ya que ser parte de la junta directiva “es una manzana” añorada por muchos y un conflicto que parece nunca terminar.
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