Tegucigalpa, Honduras.- Los niños de la colonia Altos de las Cascadas, en la capital, tienen una divertida Navidad.
La campaña “Regale un juguete en Navidad”, que año con año realiza EL HERALDO, lo hizo posible al entregar los regalos a los pequeños soñadores.
Más allá de los paquetes cuidadosamente envueltos por manos generosas, cada obsequio llevó un mensaje conmovedor: “No están solos, hay amor y esperanza para ustedes”.
La mañana estaba fría, se reportaba 20 grados centígrados, aún así, el equipo de este rotativo llegó a lo más alto de Comayagüela con el propósito de regalar a los pequeños momentos mágicos e inolvidables contagiado del espíritu navideño y la sonrisa de los pequeños de la zona.
Los niños, muchos de ellos desabrigados o con calzonetas que dejaban colar el frío, se llenaron de alegría y echaron a volar su imaginación al recibir sus juguetes que despiertan la ilusión y encienden la magia, principalmente para esta época decembrina.
Al percatarse de la presencia de los ayudantes de Santa, los niños salían de sus humildes viviendas para acercarse al equipo de periodistas y obtener un regalo de Navidad.
Más que obsequios, se entregó cariño y tiempo a los niños, quienes, con abrazos y sonrisas, recibieron los regalos que fueron posibles gracias a empresas y capitalinos que confían en la campaña que lleva 21 años dibujando sonrisas.
“Estoy muy agradecida con EL HERALDO y con quienes nos enviaron estos regalos por acordarse de nosotros y traer tanta alegría a nuestros hijos”, expresó con profunda gratitud doña Elda Funes, una madre de familia.
Sus palabras de agradecimiento recuerdan que un pequeño gesto puede hacer sonreír a nuestros niños en esta época de solidaridad.
Mientras la algarabía de la entrega inmortalizaba la alegría, la pequeña Ónice López, de 7 años de edad, sujetaba con fuerza su regalo y, con una sonrisa radiante, expresó: “Gracias por regalarme este bonito juguete”.
Sus palabras sencillas pero llenas de verdad confirman que un juguete no es solo un objeto, es una puerta a mundos de imaginación, risas y aventuras.
Detrás de cada obsequio entregado hubo un acto de amor puro y desinteresado. Las manos solidarias de Las Damas Peruanas y del Mundo son aliadas de EL HERALDO para que estas iniciativas trasciendan y lleguen a quienes más lo necesitan.
Ellas no solo donan juguetes, sino que construyen recuerdos imborrables y siembran semillas
de esperanza en pequeños corazones.
Cada sonrisa de los niños de Altos de las Cascadas es ahora un testimonio que invita a seguir donando, compartiendo y, sobre todo, creyendo en el poder de un pequeño gesto.
Que el espíritu solidario siga iluminando caminos, repartiendo abrazos, sin olvidar que un juguete puede cambiar el mundo de los niños donde la imaginación reina en momentos especiales como la Navidad y Fin de Año.