Tegucigalpa,Honduras
Mientras algunos capitalinos celebraban la llegada de las lluvias la noche del lunes, otro grupo de pobladores clamaban al cielo que cesara la precipitación.
En un promedio de 90 minutos dos sectores de la capital develaron de nuevo su vulnerabilidad, mientras que otros experimentaban por primera vez los embates de la naturaleza. En colonias como la Kennedy y Hato de Enmedio una decena de árboles desencadenaron el caos, por lo que fue necesario el apoyo de las cuadrillas del Comité de Emergencia Municipal (Codem) debido a que algunos ejemplares se encontraban a punto de caer sobre viviendas y otros representaban un riesgo para los ciudadanos que circulaban por estas avenidas.
En la capital se registraron 20 milímetros de lluvia, lo cual no dispara la alarma de las autoridades del Sistema de Alerta Temprana de la comuna capitalina, pero sí los vientos huracanados que se experimentaron en ese momento.
“Atendimos varias denuncias que nos realizaron los vecinos de estos sectores, pues la principal razón por la que se generaron algunos daños fue la fuerza del viento”, manifestó José Ramón Anariba, jefe del Sistema de Alerta Temprana del gobierno local.
Como ciclónica calificó la manera en la que se manifestó el viento la noche del lunes en la ciudad.
Viento no a favor
Quienes resultaron afectados en mayor escala por la precipitación son 14 familias de la colonia Villeda Morales.
Al entrar en este sector localizado en la ciudad de Comayagüela, al suroeste de Tegucigalpa, la desesperación de los pobladores se percibía en su mirada, que denotaba el desvelo por la infortunada noche que experimentaron.
“Ya no quiero más, solo quiero mi casa, mi techo, que me ayuden, es lo único que ocupo”, clamaba Karen González, una de las afectadas.
González habita en una casa de ladrillo cuyo techo de lámina fue arrebatado por el viento y quedó tendido en la calle, lo que impedía el tránsito regular del resto de los vecinos.
“Más abajo hay más daños, no hay manera de sacar las cosas”, expresó Daniel David, otro de los afectados.
A unas diez casas de la vivienda de doña Karen se ubica el hogar de David, quien con una escoba en mano comenzó a sacar el agua que ingreso en su vivienda.
“Se me mojaron los aparatos eléctricos, perdí mi colchón para dormir, esto nunca nos había pasado, llevo 15 años de vivir en esta zona, solo pedimos que nos ayuden a solventar esta lamentable circunstancia”, manifestó David.
Unas dos cuadras más adelante, arriba del Kínder María Paula Godoy, se encontraba doña Reymunda Betancourth, de 72 años, sentada sobre un muro de su casa.
Su mirada se dirigía asombrada hacia arriba mientras observaba cómo uno de sus retoños clavaba de nuevo algunas láminas de zinc que lograron recuperar.
“Fue una agonía, le pedía a Dios que terminará de llover pronto, perdí todos mis muebles, que fueron regalo de uno de mis hijos hace ya muchos años, ahora ni tengo donde sentarme tengo”, exclamó conmocionada la anciana.
Osman Castillo, hijo de la septuagenaria, aseguró que los daños en la colonia no se habían observado en la zona “ni con el huracán Mitch”.
Hasta las casas de dos niveles resultaron afectadas.
Pues a la par de la casa de Castillo varios hombres trabajan en reparar el techo que fue levantado por los vientos huracanados.
A unos cuantos pasos de esta vivienda se apreciaba una pequeña casa que quedó a la intemperie.
“Recuerdo que mi hermana estaba viendo televisión con su hijo, de pronto se escucharon los fuertes truenos y el sonido del viento, la energía eléctrica se fue, quedamos a oscuras y de un momento a otro sentimos que el viento levantó el techo, no pudimos dormir”, narró Mercedes Castillo, vecina de la zona.
El desastre que se reportó también alcanzó la zona alta de la colonia Villeda Morales.
Entre lágrimas Yolanda Espino, de 77 años, invitó a sus vecinos a pasar a su casa para que le ayudarán a evacuar algunos de sus aparatos eléctricos.
“No mirábamos nada, solo teníamos miedo, fue un momento terrible para nosotros”, comentó Espino.
En esta colonia habitan cuatro personas, entre ellas un niño de ocho años que por la falta de visibilidad se extravió en un momento en la casa.
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“Yo me asusté cuando no encontraba a mi hijo porque él está pequeño y sumado al ambiente de desesperación sentíamos temor”, exclamó Katherine Trigueros, madre del menor.
Pronósticos
Según autoridades del Codem, se esperan más lluvias en el territorio capitalino en los próximos días.
Tal situación deberá encender las alertas de las autoridades locales ya que el suelo demorará más en absorber el agua producto de la lluvia.
En el caso de los habitantes de los barrios y colonias que se encuentran en los alrededores del río Choluteca, se recomienda mantenerse en estado de prevención.
El bajo nivel del vital líquido que registran los dos principales embalses de la capital es un punto a favor para que este afluente no presente una crecida significativa y por tanto no represente un riesgo para las autoridades. Se solicita a los vecinos que ante cualquier eventualidad llamen al 911
