Por más de seis meses, los pobladores del barrio San Pablo han soportado la angustia de tener un vehículo abandonado en medio de su calle principal.
Ubicado en la avenida La Cruz, la chatarra es un foco de múltiples problemas que ni los reclamos de los vecinos pueden contener.
Por una parte, la inseguridad merodea en los alrededores del automotor, que es un refugio de delincuentes.
Por lo que los colonos sospechan que el repunte de criminalidad esté ligado a la pieza abandonada.
Uno de los pobladores, quien por seguridad denunció la situación en condición de anonimato, aseguró estas piezas en abandono se llenan de malvivientes durante la tarde-noche.
Asimismo, con el transcurso del tiempo ciertos malhechores han ido desvalijando el automotor.
El temor es que los delincuentes, aprovechando las facilidades del caso, se dediquen a robar piezas de otros automóviles.
Por otro lado, el vehículo impide la circulación de los demás conductores, en una zona con reducido espacio para el tránsito.
Por ello, los colonos sostienen que el dueño no puede darse el privilegio de reservar un estacionamiento eterno.
Los vecinos aseguran que de nada han servido las quejas, porque no existe respuesta.
Incluso, la sección Barrios&Colonias de este rotativo en más de una ocasión ha recogido la denuncia de la comunidad, sin obtener frutos.
Los colonos esperan que al fin el propietario atienda su llamado.
