Tegucigalpa

Con agua 'prestada” o regalada subsisten capitalinos sin servicio

Son 100 barrios y colonias que se sitúan en las partes altas del Distrito Central los que no tienen agua potable. Hay 200 sectores más que la reciben por juntas de agua. La única opción es comprarla

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05.03.2019

TEGUCIGALPA, HONDURASS.- El día a día se vuelve un vía crucis. Miles de capitalinos deben acarrear agua en botes, galones y baldes desde largas distancias para poder subsistir en una ciudad que se está quedando seca.

Y es que, vivir en las partes altas de la capital de Honduras lleva a tener un maravilloso panorama de la urbe, pero con un duro castigo de nunca escuchar el sonido de un grifo indicando que ha llegado el vital líquido.

Este es el caso de los habitantes de 100 barrios y colonias que en el pleno siglo XXI continúan sin acceso al vital servicio como Altos de Villa Nueva, Altos de los Pinos, El Mogote, Nueva Capital y Mary Flake, entre otros.

El clamor de estos ciudadanos sobre su realidad sin tener agua de forma regular se queda oculto en su sufrimiento diario.

“Siempre hemos tenido dificultades con el agua. Porque no hay agua del SANAA, sino del tanque de la Junta de Agua y no tenemos dinero para pagarla. Por eso la tenemos que comprar a las cisternas por barril”, contó doña Marisol López, uno de los 13 mil residentes de la colonia Altos de los Pinos.

La escasez de agua no solo es parte de la problemática de estos ciudadanos, pues el factor económico muchas veces hace mendigar el bendito líquido.

Los carros cisterna hacen filas para distribuir el fluido en sectores sin el servicio.

Los carros cisterna hacen filas para distribuir el fluido en sectores sin el servicio.



“Cuando no tenemos dinero para comprar el agua, vamos a las demás casas para pedir prestada o que nos regalen un poquito aunque sea y la traemos en baldecitos”, relató la madre de familia.

En otros puntos de la capital, el drama del agua es igual o peor.

“Para economizar tratamos de lavar menos ropa con la menor cantidad de agua, si es posible solo gastar un balde de agua para un saco de ropa”, narró Júnior Ponce, vecino de la colonia El Mogote.

En casos extremos estos pobladores buscan fuentes de agua, no importando si es potable.

“En muchas ocasiones cuando no tenemos agua hemos ido a lavar ropa en una quebrada con agua algo sucia que está cerca de este lugar”, relató Ponce.

Según el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), son más de 250 mil capitalinos los que tienen años de vivir en sus colonias sin el vital líquido, por lo que comprarla y racionarla a cuentagotas ya es parte de su vida.

“El agua la traigo con dificultad a mi casa, porque si las pipas no entran, no mantenemos agua. Esto siempre ha sido así en los cuatro años que tengo de vivir aquí. Iban a poner un proyecto y una junta de agua, anduvieron sacando dinero, pero nunca se dio”, contó Alejandra Zúniga, vecina de la Nueva Capital.

Ahorrar el preciado líquido es una obligación, pues la mayoría de estos pobladores son de escasos recursos para mantener llenos sus recipientes.

Foto: El Heraldo



“Yo tengo que comprar agua cada 15 días y son seis barriles los que tengo que llenar, por eso debo hacer milagros para que me dure el agua todos esos días porque solo para eso me ajusta y mi familia ya aprendió a economizar ”, explicó Zúniga.

Esta ama de casa invierte 360 lempiras en un mes, el doble de lo que paga un abonado normal en las zonas bajas.

La necesidad del vital líquido es más alta para algunos, pues el no tener la facilidad de una gota del elixir de la vida es una dura realidad que los cala.

“El agua para nosotros es un tesoro porque no podríamos vivir sin ella y no digamos con este calor de este verano. Solo cuando la lluvia viene es cuando nos alivianamos con el agua porque compramos menos, ya que llenamos de los canales del techo”, detalló la afectada.

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Una ciudad que se seca
La habitación de los cerros que rodean la ciudad ha empeorado la crisis de agua. Estas zonas son las más vulnerables del Distrito Central en recibir el vital líquido, pues no llega el servicio de tubería y bombeo de agua a presión que brinda el SANAA.

“El problema es que estos lugares han crecido en población. Por eso ellos tienen sus Juntas de Agua que se encargan de racionar el agua que les suministras a través de los carros cisterna”, reconoció Carlos Hernández, gerente de la División Metropolitana del ente.

El plan estipulado para estos sectores es la construcción de pozos, mientras inician los proyectos de interconexiones para distribuir el agua por bombeo.

Además, se tiene prevista la construcción de las represas Jiniguare y Jacaleapa, ya que el municipio ocupa entre 90 y 100 millones de metros cúbicos de agua para cubrir la demanda.

“Estamos a la espera que la Alcaldía construya dos represas medianas que van a ayudar a aliviar mucho la escasez de agua de Tegucigalpa”, cerró Hernández.