TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A partir de este viernes, los capitalinos tendrán que esperar más tiempo para que el agua potable llegue a sus casas.
Las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) confirmaron que desde este 1 de marzo los racionamientos serán más fuertes en la capital de Honduras.
La principal razón para que el ente autónomo tome estas medidas se debe a los bajos niveles que la actualidad presentan los embalses que abastecen la ciudad.
La represa Los Laureles, con un volumen de 4.37 millones de metros cúbicos, tiene apenas el 42% de su capacidad máxima.
En tanto, la represa La Concepción almacena 23.41 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa un 64% de su capacidad total.
Asimismo, la planta productora de El Picacho tiene una producción de agua de 540 litros por segundo, un 40% de lo que genera en invierno, según informes del SANAA.
Racionamiento
El gerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, informó que a partir de este viernes, el 25% de los capitalinos que se abastecen del agua de El Picacho recibirán el servicio cada cuatro días.
Unas 70 colonias de la zona noreste de la ciudad que dependen de la planta de El Picacho son las que esperarán un día más para recibir el vital líquido, según el calendario de distribución.
Entra las colonias están la Sagastume, La Cabaña, Buena Vista, Buenos Aires, Reparto Arriba, 21 de Octubre, San Miguel, La Era y La Sosa.
También está El Chimbo, La Hoya, La Ronda, El Manchén y La Leona, entre otros.
“Estamos en condiciones críticas, pero no tan severas, ya que este verano se perfila fuerte”, dijo Hernández.
Las autoridades también aseguran que estas medidas ayudarán a que el suministro de agua potable se brinde durante todo el verano.
Desde inicio de febrero, el 75% de la capital, abastecido de Los Laureles y La Concepción, recibe el vital líquido cada tres días con un calendario bastante complejo que genera mucha confusión.
Para estos abonados se mantendrá en la misma frecuencia, pero se reducirán dos horas o más, según la zona.
Unas 15 zonas que están en los alrededores de El Mogote también tendrán racionamientos severos ya que se encuentran en la parte alta de la cuidad y son abastecidos de Los Laureles.
Para Jessica Velásquez, una capitalina residente en la colonia Los Pinos, con la llegada del verano la situación es crítica para tener agua.
“La manera que yo almaceno el agua es con unos tanques y una pila, pero aún así me toca hacer milagros, pues lavamos la ropa a mano para usar lo menos posible el agua para tener un mejor ahorro y así nos rinda mejor”, explicó Velásquez.
Decenas de vecinos de este sector de la ciudad tienen el servicio mediante una junta de agua.
“Yo vivo aquí desde 1998, el agua en esta casa la obtenemos de la junta de agua, la cual se nos da cada 15 días”, dijo la vecina.
Debido a la escasez del vital líquido, los pobladores de la zona se ven obligados a comprar agua de pipas que llegan a las 5:00 de la mañana.
“Todos los días viene las pipas de agua a vender aquí, por cada barril que se compra a las cisternas se pagan 300 lempiras”, declaró la vecina.
Cada mes, las autoridades del SANAA analizan la producción de agua para determinar los racionamientos.
Para denunciar a personas que desperdicien el agua potable en la ciudad o que hagan negociazo con el agua, se habilitaron los teléfonos 2227-4070, 4073 y 4430.