TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El dengue cada día parece ganar más terreno y los métodos tradicionales para combatirlo parece que dejaron de ser efectivos o preventivos.
Por esta razón, la Región Metropolitana de Salud (RMS) decidió hacer uso de la tecnología para intentar frenar los altos picos de la afección causada por los mosquitos en Tegucigalpa, que superan los 17,700 casos desde enero hasta la primera semana de julio de 2024.
El mecanismo a emplear consiste en activar dos naves de comando remoto o drones para esparcir un insecticida en los lugares de difícil acceso, acción que sería la primera vez que se utiliza tanto en la capital como en toda Honduras.
Para comprender mejor cómo funcionarán los vehículos aéreos no tripulados, el control del vector desde el aire y las primeras zonas del Distrito Central a visitar, EL HERALDO dialogó con el personal de la RMS.
El equipo médico detalló que la colonia piloto para poner en marcha el método es la Nueva Capital, un lugar que tiene las condiciones para que el zancudo, que transmite enfermedades como dengue, zika y chikungunya, pueda multiplicarse.
Además, tiene una infraestructura conformada por calles de difícil acceso, lo que motiva a los médicos a utilizar los drones para evaluar si pueden fumigar más sectores que comparten los mismos rasgos ambientales y de distribución territorial.
“Desde los primeros días de mayo empezamos a realizar los estudios tanto del impacto ambiental como del insecticida a utilizarse y también la comunicación con diferentes actores y alianzas para el proyecto.
Hoy contamos con el apoyo de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil, que será la proveedora de los dos drones”, explicó uno de los encargados.
¿Cómo se hará el estudio?
Antes de llegar a la Nueva Capital y fumigar, la RMS llevará a científicos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quienes tomarán muestras de los mosquitos utilizando redes para sacar un promedio de cuántos insectos vuelan por la zona.
Luego se comenzará el rociado, que se prevé se realizará durante dos semanas, casi a finales de julio, donde se medirá el impacto del insecticida que no es tóxico para humanos.
Sin embargo, se le recomienda a las personas que permanezcan en sus casas cuando estén fumigando para que eviten tener problemas en la piel o que el humo les pueda afectar la vista.
Al finalizar el proyecto, los expertos de la UNAH regresarán para medir la cantidad de zancudos y determinar si hubo una disminución en la reproducción del mosquito en la colonia seleccionada. Si los resultados son positivos, los drones se llevarán a Zambrano, una aldea de difícil acceso.
Esto facilitará la fumigación, ya que cada dron tiene una capacidad máxima de 40 litros y puede funcionar por lo menos tres o cuatro horas por descarga.La acción de atacar al mosquito del dengue a través de naves no tripuladas no es nueva.
Países como Estados Unidos adoptaron esta medida en 2013, aunque en la actualidad aplican otro método. En 2024, los drones funcionan como un medio de transporte para llevar zancudos estériles a lugares remotos.
En territorios como Brasil, México, Bolivia y otros de la región, ya se está implementando esta técnica. Un robot puede transportar hasta 50,000 insectos.
