TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El estruendo del modesto turismo provocó una reacción de pánico inmediata; sin hablar, el gesto del conductor lo dijo todo: su rechazo y malestar por el deplorable estado de algunos tramos del anillo periférico y los más de cien baches diseminados por los 27 kilómetros del principal corredor vial de la capital.
EL HERALDO recorrió la longeva arteria y al igual que los más de 68 mil conductores que a diario usan esa vía -según estudios de la Alcaldía realizados antes de la pandemia-, presenció que accidentarse por esquivar los cráteres es una posibilidad con más fuerza si no se está atento a los severos daños.
Frases como “ayuden a que la Alcaldía mire”, “estamos hartos de esos baches”, “solo remiendos hacen”, son los reclamos que brotan 11 meses después que la otrora administración que comandó Nasry Asfura realizara trabajos de bacheo en la mencionada vía.
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Recorrido
Un tramo detectado en dirección de Loarque hacia la aldea La Cañada consta de dos segmentos con daños severos.
En el primero son evidentes las rajaduras y pequeños, pero molestos agujeros que sirven de antesala a una grieta de unos dos metros en el carril que dirige a La Cañada.
Más adelante, a inmediaciones de un reconocido “yonker”, la falta de mantenimiento es peor.
“Es una lástima, ahorita estaba buscando unos repuestos; la dirección anda mal y el mecánico dice que de tanto bache el carro se resiente”, lamentó el capitalino Raúl García mientras observaba cómo caían en menos de un minuto más de diez vehículos en la alfombra de baches.
El segundo tramo que urge de atención inmediata está en el desvío del anillo con el túnel que conecta al bulevar Centroamérica, a inmediaciones de la colonia Kennedy.
Ahí el problema es similar al antes descrito al ser un desvío, todo conductor que quiera ingresar al bulevar Centroamérica tiene que pasar por los daños.
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Las opciones son pasar rápido y exponerse a un accidente o lo más sensato, que es disminuir la velocidad y generar una pequeña cola.
Un tercer tramo dañado está a inmediaciones de la colonia San Miguel, de acuerdo con los conductores, además de sufrir inundaciones cada vez que llueve toca soportar “el desprecio de los que mal gobernaron”, expresó otro conductor que circulaba por la zona.
Un último tramo está junto a la rampa de acceso de la vía rápida con el anillo en dirección al Loarque.
Los daños encontrados por este rotativo son de los más severos y se extienden por más de diez metros.
Hay que destacar que aunque son más los tramos buenos que los deteriorados, los capitalinos exigen a las nuevas autoridades municipales una verdadera reparación para evitar accidentes y, por ende, daños materiales o lesiones humanas.
Demora
El pasado 26 de mayo, el Congreso Nacional aprobó catorce contratos relacionados con diversas obras de infraestructura vial a ejecutar en el Distrito Central.
Entre ellos se incluyeron las obras en el anillo periférico. En específico, hace más de dos semanas, el Legislativo aprobó el contrato 0458/GLA/AMDC/2021 código No. 2703, que da paso a la “rehabilitación de carpeta existente y terminación de ampliación de carriles en el anillo periférico desde Lomas de Toncontín hasta la salida de Valle de Ángeles”.
Según el contrato aprobado, la obra estará a cargo de la empresa Santos y Compañía S.A. de C.V., sin embargo, será supervisada por ASP-Consultores, según se explica en el contrato 0491/GLA/AMDC/2021, que todavía no ha sancionado el Poder Ejecutivo.
Hay que recordar que las obras de infraestructura y viales se paralizaron por una revisión técnica solicitada por el alcalde Jorge Aldana.
Entre la revisión de contratos y aprobación en el Legislativo, el proceso se extendió 121 días.
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A esa demora se le suman dos semanas más sin respuesta del Poder Ejecutivo, pese a que la misma Constitución en su artículo 216 da un plazo para regresar al Legislativo los proyectos en caso de encontrar inconvenientes. Sin embargo, en ese mismo artículo se indica que “si en el término expresado no lo objetaré, se tendrá como sancionado y lo promulgará como ley”.
Pese a lo plasmado en papel, EL HERALDO consultó a la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG) sobre la publicación en el diario oficial La Gaceta y obtuvo como respuesta “aún no mandan nada, no se han publicado esos contratos”.
Por lo anterior, mientras el engranaje gubernamental gira lentamente, los capitalinos siguen cayendo en los baches del olvidado anillo periférico.