TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las calles y los pasillos del mercado Perisur lucen vacíos por la poca afluencia de visitantes, situación que preocupa a los vendedores.
La administradora de este mercado, Bertha Ochoa, manifestó a EL HERALDO que es una tortura lo que viven desde que fue demolida la rotonda de Loarque, ya que desde entonces han bajado las ventas en un 60% o 70%. “Hemos tenido pláticas con la Gerencia de Orden Público y con la gerencia del mercado para ver en qué nos ayudan.
También les hemos enviado escritos porque las personas ya no quieren venir porque no está la rotonda”, lamentó la administradora.
Ochoa advirtió que de no obtener una pronta respuesta de alivio procederán a tomar acciones de protesta en los próximos días. Las autoridades edilicias analizan instalar un semáforo en la zona.
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