TEGUCIGALPA,HONDURA.-El cierre obligatorio de los negocios a causa del Covid-19, que ya alcanza los 56 días, ha ocasionado que miles de personas pierdan sus empleos.
La situación obliga a que cientos de ellos busquen una nueva forma de generar ingresos para llevar comida a sus hogares y engrosen las cifras del comercio informal en las calles.
Según las autoridades de la Asociación Nacional de Trabajadores de la Economía Informal de Honduras (Anatreinh), el número de vendedores ambulantes en la capital aumentó en más del 50 por ciento.
“Han proliferado los vendedores ambulantes, hay muchas personas que han salido a vender y otras que solo lo hacen de paso, la mayoría de nuestros compañeros se mantienen en cuarentena por el temor a la enfermedad”, manifestó Sady Domínguez, tesorero de la Anatreinh.
Según estimaciones de las autoridades de la Alcaldía, antes de la pandemia había unos 15 mil vendedores ambulantes en la ciudad.
En la actualidad es normal observar vendedores con carretillas, puestos improvisados y hasta vehículos pick-up estacionados en la zona de los mercados, calles, barrios y colonias de la capital ofreciendo desde verduras hasta ropa o productos de higiene.
“Las personas al quedar sin empleo buscan la forma de buscar ingresos, se están uniendo al comercio informal”, dijo Domínguez.
En espera de alimentos
Por su parte, los comerciantes informales que permanecen en sus hogares están desesperados por salir a trabajar.
Para suplir sus necesidades el gobierno ha hecho entrega de dos raciones de alimentos, pero desde hace unas semanas no han recibido ayuda. Están al borde de la calamidad y anunciaron protestas.