TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A pesar de que los centros educativos del Distrito Central cuentan con mayor acceso a tecnología, material didáctico y a una mejor infraestructura escolar en comparación con centros de las zonas rurales; los niveles de aprendizaje siguen siendo bajos.
La evaluación de desempeño académico que se aplicó a cerca de 2,000 estudiantes de tercero, quinto y octavo grado más de 40 centros educativos de la capital muestra que en la Escala de Puntuación Estandarizada Scale Score, entre 100 y 500 puntos, los alumnos del municipio obtuvieron 265 puntos, ubicándose en el nivel “debe mejorar”.
Es decir que los estudiantes que se ubican en ese nivel tienen conocimientos mínimos de los temas evaluados; sus conocimientos, habilidades y destrezas son suficientes para justificar su avance al siguiente grado; sin embargo, se debe buscar avanzar al siguiente nivel.
A pesar de los esfuerzos y acciones de las autoridades educativas, los datos indican que el puntaje se redujo respecto a la última evaluación que se aplicó en 2017, en ese entonces los alumnos alcanzaron 278 puntos.
La pandemia del covid-19 fue uno de los factores que más afectaron en el rendimiento académico, justifican expertos, sumado a las falencias que por muchos años lleva arrastrando el sistema educativo hondureño.
Desempeño en Matemáticas y Español
El informe al que tuvo acceso EL HERALDO revela que los estudiantes tienen mayores problemas con las Matemáticas, en esa asignatura los menores alcanzaron los 217 puntos; mientras que en Español el rango es mayor con 313 puntos.
Los datos del documento desarrollado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y la Secretaría de Educación señalan que para ambas asignaturas el 68% de los alumnos se ubicó en los niveles “debe mejorar e insatisfactorio” y apenas el 32% quedó en alcanzado el nivel “satisfactorio y avanzado”.
Al desagregar los datos por grado se observa que en Matemáticas los resultados desmejoran a medida avanza el nivel educativo.
En el tercer grado los alumnos obtuvieron una puntación de 241, los del quinto grado alcanzaron 200 puntos, mientras que los de octavo grado llegaron a los 212 puntos en la escala estandarizada.
En los tres grados, el 40% de los menores se ubicaron en el nivel insatisfactorio, el 55% en debe mejorar y el 5% en el nivel satisfactorio, ninguno alcanzó el nivel avanzado.
Por su parte, en el área de Español los datos mejoran un poco; el informe señala que los alumnos de tercer grado obtuvieron 268 puntos, los de quinto grado lograron 348; y los de octavo 324 puntos.
Eso significa que el 6% de los estudiantes están en el nivel insatisfactorio; el 35% en debe mejorar, el 43% quedó en la escala de satisfactorio y el 17% en el nivel avanzado.
A nivel departamental el Distrito Central se ubica en el puesto 13 de los 28 municipios que conforman Francisco Morazán, en los primeros tres lugares se encuentran los municipios de La Libertad (304), Vallecillo (276) y Maraita (273).
Factores asociados al bajo rendimiento
El informe explica que los estudiantes no han alcanzado los aprendizajes necesarios que deberían, por lo que se deben hacer las acciones necesarias para mejorarlo.
Respecto a eso, expertos señalan que son muchos los factores que están incidiendo en que los alumnos de la capital tengan esos bajos resultados, entre ellos el contexto comunitario, el familiar; la gestión educativa, el acceso a materiales educativos, las condiciones de infraestructura escolar, entre otros.
Marlon Escoto, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) expresó que si bien el Distrito Central es uno de los municipios que registran mayor matrícula en el país, al menos la mitad de los alumnos se ubican en zonas suburbanas.
“Las condiciones suburbanas lastimosamente están relacionadas con familias con condiciones socioeconómicas bajas y eso de alguna manera explica hasta la mitad del desempeño escolar de un niño, es decir, el origen socioeconómico ya resta hasta la mitad en desventaja frente a escolares que provienen de condiciones socioeconómicas donde sus necesidades básicas están satisfechas”, detalló.
Por su parte, Nelson Cálix, exdirector del Instituto Técnico Honduras, manifestó que los estudiantes de los centros urbanos tienen múltiples distractores que les impiden ser mejor receptor de la calidad de los contenidos que se brindan en los centros.
“Existe, a diferencia de la zona rural, peligrosidad en las calles que le impiden moverse a los centros, muchos distractores ya sea en las esquinas del barrio o distractores como los video juegos o la tecnología dentro de la casa”, dijo.
El maestro jubilado reconoció que a pesar de que en las zonas rurales hay mayor acceso a tecnología, insumos didácticos y recurso humano más calificado, son los centros educativos de las zonas rurales los que tienen mejores resultados.
Cálix señaló que es debido a que en las zonas rurales hay menores distractores y que más allá de la inversión que se hace el aporte que brinda la comunidad al sistema educativo es mayor que en las áreas urbanas.
Agregó que en las áreas urbanas un docente trabaja en hasta dos centros educativos, mientras que los de la zona rural se dedica por completo a un grado o centro en específico, lo que hace mucha diferencia.
El también exdirigente magisterial apuntó que en los últimos años los maestros se están esforzando más para llevar a sus alumnos mejores contenidos que permitan fortalecer sus aprendizaje.
Los entrevistados coinciden en que se requiere de mayor inversión al sistema escolar para lograr verdaderos cambios.
“Creo que se está haciendo lo correcto, pero no en el nivel que se necesita; se está invirtiendo en educación, capacitando a los docentes, y diversificando las opciones educativas, pero esta inversión en educación potencialmente debe ser mayor para que el provecho sea mejor”, apuntó.