Tegucigalpa, Honduras
Unas 100 colonias de la capital aún no poseen el servicio de aguas negras. En estos asentamientos se utilizan letrinas e inodoros con pozos sépticos.
Estas comunidades se encuentran en la periferia, territorio donde residen más de 600,000 capitalinos, los que representan el 53 por ciento de la población capitalina.
Debilidades
Otra de las debilidades de la ciudad es la carencia de plantas de tratamiento de las aguas residuales.
De este tipo de estructuras en la actualidad solo una funciona en el municipio ubicada en la colonia San José de la Vega con una cobertura del 17 por ciento de la población, es decir de unas 200,000 personas.
Roberto Zablah, gerente general del SANAA, reveló que en la actualidad se trabaja en varios estudios para determinar la inversión y zona donde se podría ubicar una nueva planta de tratamiento.
De manera preliminar se pretende instalarla en la colonia Altos de Miramesí y tendrá una altura de 70 pulgadas.
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Esta planta podría beneficiar a pobladores de 58 barrios y colonias que rodean el río Choluteca, lo que al igual contribuiría con la disminución de la contaminación del afluente.
Asimismo, anunció que se pretende que para 2020 se pueda iniciar la rehabilitación de uno de los colectores principales de la capital: el del río Choluteca.
“Son proyectos de gran envergadura, pero de gran importancia para mejorar las condiciones de salud de la población”, manifestó Zablah.
Sistema inestable
Para Max Velázquez, especialista de agua y saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sistema de alcantarillado del Distrito Central es como una “bomba de tiempo” ya que el sistema es débil.
Por ejemplo, las personas que utilizan pozos sépticos en la capital al momento en que desean limpiar los depósitos de las excretas solo pueden recurrir a tres empresas prestadoras de este servicio.
De igual manera, en ocasiones el material extraído de estos pozos es depositado en los mismos sistemas de alcantarillado del SANAA, por lo que se convierte en una carga extra para el inestable sistema, según Velázquez.
Por estos motivos es que “se debe prestar interés a esta necesidad local”, recomendó el experto.
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Mejoras
En los últimos años el 50% de las tuberías de las aguas negras del Distrito Central han sido renovadas.
Se estima que en la ciudad se tienen 50 kilómetros de tubería principal, de estos unos 25 kilómetros son conductos nuevos.
Entre los sectores que han sido beneficiados con esta intervención se enlistan las colonias Centroamérica, Las Colinas, El Prado, Los Laureles, Las Lomas y algunas zonas cercanas a la quebrada La Orejona, Agua Salada y Quebrada Seca.
“El sistema de colectores se dañó luego del huracán Mitch, pero hemos ido habilitándolos para renovar este sistema”, manifestó Carlos Hernández, gerente de la División Metropolitana del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).
De acuerdo con el funcionario, en el caso de la contaminación que se da en los ríos y quebradas a causa del depósito de aguas negras ante la falta de colectores estos tienen la capacidad de depurar la suciedad.
“Por ejemplo, en el caso del río Choluteca, cuando el agua corre unos 16 kilómetros se autodepura, no digamos 50 kilómetros”, explicó Hernández