Tegucigalpa, Honduras.- El cultivo de café no solo es una fuente de ingresos para las familias de Francisco Morazán y el resto del país que se dedican a la producción y comercialización del aromático, sino que también se posiciona como un aliado amigable en la conservación ambiental.
Según los expertos, las plantas de este grano actúan como un manto natural que protege el suelo de la erosión causada por el viento y la lluvia, asegurando así su fertilidad y fortaleciendo la sostenibilidad agrícola en los municipios productores.
“Los incendios forestales tienen poca afectación en el establecimiento de sistemas agroforestales”, señaló Luis Soliz, ministro del Instituto de Conservación Forestal (ICF), al destacar otra de las bondades de este cultivo.
Por su capacidad para convivir armónicamente con el medio ambiente, el ICF anunció proyectos agroforestales que incluyen sistemas avanzados de cultivo de café junto a otras plantas amigables con los bosques hondureños como la pimienta y el cacao.
“Estamos trabajando en áreas comunitarias que han sido utilizadas para la agricultura y en otras donde se está transformando el sistema tradicional a un sistema de agrobosques”, explicó Soliz en una entrevista exclusiva para EL HERALDO.
El proyecto beneficiará a municipios como Orica, Guaimaca, Talanga y Cantarranas, con tecnologías innovadoras que incluyen la producción de plantas en envases biodegradables.
Esto no solo facilita la restauración ecológica, sino que reduce los costos en un 70%, al eliminar la necesidad de extraer las plantas de bolsas plásticas.
Además, permite un ahorro significativo en transporte y mejora la eficiencia del establecimiento de plantaciones. Aunque inicialmente se enfocará en el café, el plan también contempla la siembra de cultivos como pimienta y cacao.
“Lo importante es que la recuperación de bosques sea productiva y que las comunidades tengan un medio de vida, que no solo dependan de la madera”, agregó Soliz.
El proyecto agroforestal forma parte de la inversión pública del gobierno, y contará con un presupuesto de 153 millones de lempiras en 2024 y aspira a plantar 28 millones de plantas de café y 2 millones de especies forestales como Cedro Real, Laurel, Caoba del Atlántico, Cortés y Gravilea.
En Francisco Morazán, los viveros se ubican en Guaimaca y a nivel nacional tendrá un alcance que podría renovar 3,500 hectáreas de fincas bajo sistemas agroforestales para 2025.
Para Rosa García, caficultora de Lepaterique, este tipo de proyectos es esencial para el cultivo del aromático, sin embargo, se le debe dar prioridad a la mujeres productoras.
“Muchas de ellas ya están sembrando en sus fincas y necesitan capacitaciones para mantener la productividad y el ambiente”, refirióAsimismo, García hizo un llamado a las instituciones públicas y al sector cafetalero para brindar más apoyo técnico a los productores, quienes en muchos casos trabajan con conocimientos empíricos.
“Necesitamos más capacitaciones y respaldo del gobierno central”, concluyó.Con este tipo de iniciativas, las plantaciones serían una herramienta importante para el desarrollo sostenible y la conservación del bosque, un cultivo que une productividad y protección ambiental.
En Francisco Morazán, Los municipios de Guaimaca y Lepaterique son los más productores de café debido al clima propicio para el cultivo de estos árboles que producen el aromático.