TEGUCIGALPA, HONDURAS-. Los vulnerables bosques de la capital se convierten en escenarios grises llenos de ceniza y devastación, producto de los incendios forestales.
El pasado lunes, a las 11:00 de la mañana, comenzó un voraz siniestro en la colonia Sagastume, el cual cruzó la aldea Carpintero y llegó hasta el ya siniestrado sector de El Hatillo.
Un reporte preliminar del Instituto de Conservación Forestal (ICF) registraba ayer más de 100 hectáreas calcinadas.
La lucha contra las llamas duró más de 24 horas, y en la misión de control se involucraron más de 200 personas de varias instituciones del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor).
La labor de los combatientes del Cuerpo de Bomberos, Amigos de La Tigra (Amitigra), ICF y Fundación de Parques Nacionales, de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y del Comando de Apoyo al Bosque C9 de las Fuerzas Armadas se volvió ardua.
“Fue un incendio de grandes proporciones que arrasó con la flora y fauna y que puso en peligro a varias familias de la zona alta de El Hatillo”, informó Fredy Juárez, comandante local del Cuerpo de Bomberos.
15 familias tuvieron que ser evacuadas de manera preventiva la noche del lunes debido a que el fuego llegó hasta las cercanías de sus viviendas.
El evento fue tan voraz que hubo necesidad de hacer uso de un helicóptero carguero que hizo más de 20 descargas de agua sobre la zona en llamas, manifestó Edwin Pacheco, jefe de operaciones del C9.
Según datos del ICF, en la capital se reportan 69 incendios forestales, que han dañado 535 hectáreas.
Al mediodía de ayer el incendio había sido controlado, pero no pasaban ni dos horas cuando los apagafuegos se dirigieron de nuevo a la zona con la alerta de reactivación de las llamas.
A las 3:00 de la tarde se realizó un contrafuego para evitar que el siniestro continuara propagándose en la zona boscosa.
Indignación y alarma
“¡Indignante! el daño que manos criminales le están haciendo a nuestros bosques”, condenó el presidente Juan Orlando Hernández, en Twitter
