TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una de las zonas de la capital más vulnerables a los deslizamientos es la colonia Villa Nueva, ubicada en la salida a Danlí.
Las fuertes lluvias que se han reportado en la capital en los últimos días fueron suficientes para provocar un fuerte deslizamiento en el sector 7B de esta colonia, el cual se ubica en el kilómetro 4 de la carretera que de la capital dirige al oriente del país.
Este es el tercer deslizamiento que ocurre exactamente en el mismo sector; el primero se reportó en 2017, el segundo en 2019 y el último el 29 de junio del presente año.
Las autoridades de la Alcaldía Municipal, con el apoyo de la cooperación japonesa, ya tenían definidos los trabajos que harían en la zona para estabilizar el suelo, pero antes de que estos pudieran ejecutarse se presentó el deslizamiento, lo que obliga a realizar otros estudios y replantar las obras que se harán.
Julio Quiñónez, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), reveló que el problema es complicado, ya que debido a que el suelo es demasiado arcilloso y con grandes rocas, se vuelve frágil ante las lluvias.
“Junto con la cooperación japonesa se hizo un estudio de sitio y se comenzó a realizar una atención para remover suelos inestables, pero con la saturación de los suelos se vino abajo más material. El diseño original se modifica por los cambios en la topografía. Hicimos visitas al lugar para definir una alternativa de emergencia”, explicó Quiñónez.
Con la intervención se busca que las viviendas de la parte alta no tengan más riesgo de ser destruidas por el derrumbe y que se pueda habilitar el paso de manera segura por la zona, ya que hay mucho material inestable.
“Hicimos un vuelo con un dron Lidar para tener una imagen en 3D de todo el lugar. “La empresa que tiene la responsabilidad contractual presentará un informe que responde al análisis que se hizo y da la solución temporal”, agregó el experto.
Solución
Como solución temporal, se removerá material inestable, se hará una contención o terraplén mecanizado y en la parte alta se buscará la forma de sacar el agua que se filtra.
En cuanto a las obras definitivas, se tiene previsto realizar un anclaje para asegurar la roca suelta a la firme.
Son más de 5.7 millones de lempiras que se tienen destinados para ejecutarse en todos estos proyectos.
“A pesar de los cambios que se hagan por este movimiento del suelo, el objetivo sigue siendo el mismo: estabilizar la zona”, enfatizó Quiñónez.
Son al menos diez viviendas que están en peligro en la zona, donde sus habitantes fueron evacuados.
En una de las viviendas, la familia ya no podrá regresar debido al alto riesgo y los daños, pero en el caso de las demás, se conocerá luego de que se realicen las obras.
Por su parte, María Benítez, líder comunitaria de la colonia Villa Nueva, dijo que es urgente hacer las obras que ayuden a resolver estos problemas, ya que desde hace muchos años se pone en riesgo la vida de las personas.
“Esperamos que haya una pronta respuesta de las autoridades, que no solo metan maquinaria, sino que hagan proyectos de mitigación”, reclamó Benítez.