TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “El primer día me sentí nervioso, sudaban mis manos al ver la altura del edificio donde me tocaba trabajar”, comenzó narrando José Soriano, quien labora por mucho tiempo en colocar andamios y limpiar vidrios en las alturas de los edificios de la capital.
“Lo primero que uno tiene que hacer al realizar este trabajo es asegurarse en colocarse su casco, su seguro de vida y lazos para amarrarse, pues una caída de seis pisos de altura es mortal”, consideró.
En efecto, según La Organización Internacional del Trabajo (OIT), esta actividad en las alturas es una de las más riesgosas. Para Soriano, no es fácil trabajar en estos espacios ya que “uno tiene que ser cauteloso y asegurar cada paso. Hay que trabajar despacio porque es la vida la que tiene en fuego”, advirtió.
Oficios peligrosos
Según la Secretaría de Trabajo, las persona que laboran en la construcción y como guardias de seguridad están más expuestas a sufrir algún tipo de lesión o en casos extremos a perder la vida.
Datos de la institución indican que trabajar a una altura mayor de dos metros representa un riesgo para los que se dedican a la construcción, pues muchas veces no reúnen todas las medidas de seguridad o utilizan los implementos necesarios.
Entre otros trabajos peligrosos que enlista la institución están los que se dedican al servicio de electricidad y gas, comercio al por mayor y menor, industria manufacturera, explotación de minas y canteras.
En relación a este tema, el vocero del Hospital Escuela, Said Norales, dio a conocer que en el centro asistencial se han atendido a personas que han tenido accidentes por trabajar en las alturas de los edificios, técnicos en electricidad, a guardias de seguridad que se les dispara el arma y los que utilizan sustancias químicas.
Refirió que reciben “agentes de tránsito, los que trabajan como ayudantes y cobradores en buses colectivos”.
Profesiones peligrosas
De su lado, según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), los abogados, periodistas y defensores de derechos humanos son profesiones de más alto riesgo en el país.
Por ejemplo, Francisco Morazán está dentro de los departamento donde las acciones de violencia contra profesionales del Derecho son constantes. A nivel nacional, de 2004 a 2023, han asesinado alrededor de 210 abogados.
En cuanto a las personas ligadas a los medios de comunicación, entre periodistas, comunicadores sociales y propietarios, ya suman más de 94 asesinados de 2001 a la fecha, el 91% de los casos quedan en impunidad en el país, según Conadeh.
Por su parte, el diputado Carlos Umaña, mencionó que en la rama de la salud también existen profesiones que representan un riesgo debido a los agentes con los que se relacionan: “los técnicos radiólogos o de diagnósticos por imágenes, anestesistas, los laboratoristas”, son profesiones que llevan riesgo”, manifestó el congresista.
Mencionó que “ los técnicos se exponen a los rayos x; los anestesistas, a los gases anestésicos y los laboratoristas se exponen a los gases y a los gérmenes y pueden ser contaminados”.
“La radiación puede ocasionar cáncer, los anestésicos, aunque no está bien definido su rol en enfermedades, sí son más propensas las mujeres (que tienen este trabajo) a tener aborto. Los laboratoristas están expuestos a adquirir bacterias de los patógenos que miran”, concluyó
Por otro lado, dirigente obrero José Luis Baquedano aseguró que “el garante de la seguridad de los trabajadores que realizan actividades de alto riesgo son los patronos”.
Mencionó que estos tienen que garantizar todas las medidas de seguridad que requiere el desarrollo del trabajo.
Baquedano amplió que estas medidas deben estar establecidas en los reglamentos internos de cada empresa.
No obstante, lamentó que los patronos no cumplen con esa responsabilidad que establece el Código del Trabajo “porque para ellos esto representa un gasto, no lo ven como una inversión, no toman consideración de la vida del trabajador”, indicó.
Amplió que por evitar gastos, “no les ofrecen las medidas de bioseguridad, llámese equipo y todo para que el trabajador pueda desarrollar sus actividades laborales bajo condiciones de seguridad. El dirigente reconoció que hay empresas que sí cumplen.
Agregó que la ley habla que se deben aplicar sanciones a los empresarios que violenta los derechos.