Comayagüela, Honduras
Por insalubridad en fosas sépticas los padres de familia y alumnos se toman el Centro de Educación Básica (CEB) Manuel Bonilla, ubicado en la colonia Villeda Morales.
Y es que hace una semana las autoridades del centro educativo confirmaron el caso de unas seis personas, entre empleados y estudiantes, con hepatitis, padecimiento que consideran ha surgido debido a la contaminación que existe en la zona.
Asimismo, las autoridades del centro escolar informaron que el problema fue denunciado ante las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) desde hace varios meses, con el fin de que realizaran una inspección, pero no han obtenido una respuesta.
Insalubridad
Los afectados aseguran que con el paso de las fuertes lluvias en la ciudad los pozos que captan las heces fecales han rebalsado al grado que las corrientes de aguas pestilentes circulan por las áreas verdes del centro estudiantil.
Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades de la Secretaría de Educación (SE) las máximas autoridades del CEB decidieron desde hace una semana suspender las labores.
Los padres de familia explicaron que es inconcebible que solo exista un sanitario para suplir las necesidades fisiológicas de 380 alumnos.
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“El centro se cerró por unos días, pero luego los maestros decidieron regresar a impartir clases y es por eso que decidimos cerrar las portones, ya que no es posible que nuestros hijos reciban el pan del saber percibiendo malos olores”, agregó Mayorie Velásquez, de la junta directiva de padres de familia.
La entrevistada lamentó la falta de voluntad por parte de las autoridades de la Secretaría de Educación y el SANAA para solucionar la problemática.
“Estaremos en constantes reuniones para tomar decisiones, las instalaciones del centro escolar estarán cerradas hasta que las autoridades correspondientes vengan y nos den una respuesta”, comentó Velásquez.
Lili García, una docente, expresó su preocupación ante la contaminación que persiste en el interior del centro estudiantil.
“Los padres de familia decidieron cambiar los candados para evitar que impartamos clases, esperamos que este problema se pueda solucionar lo más pronto posible por el bien de los alumnos”, concluyó García.
