TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La mezcla entre la contaminación actual en el aire de la capital más el polvo del Sahara, es una posibilidad, pero según los pronósticos de expertos no representará una amenaza significativa por el inicio de las lluvias.
Francisco Argeñal, director Centro Nacional de Estudios Atmosféricos Oceánicos y Sísmicos (Cenaos), explicó a EL HERALDO que la entrada del polvo del Sahara es de todos los años y este 2024 no será la excepción, pero el ingreso será “imperceptible”.
“A veces las cantidades son significativas, otras son imperceptibles para la población como este año. Los pronósticos indican que serán unos 20 microgramos por metro cúbico y en las Islas de la Bahía”, detalló.
No obstante, aunque la mezcla entre el polvo y la bruma sí incrementa la contaminación el factor de la inestabilidad de la atmósfera y que el humo ya no está cerca del suelo y ocupa mayor altura se mejora el Índice de Calidad de Aire (ICA).
Acotó que en años anteriores se han alcanzado niveles de hasta 60 microgramos por metro cúbico, pero para este año el ingreso del polvo no será un problema porque el verdadero motivo de contaminación deriva de las quemas.
Escenario favorable
El escenario más probable y favorable para el Distrito Central implica las lluvias que iniciarán la próxima semana que servirán para mejorar el ICA, que al momento de la redacción de este artículo el nivel de contaminación según IQAir era de 87 considerado como “moderado”.
Además, las lluvias pronosticadas para finales de mayo e inicios de junio serán bastante intensas considerando que la canícula será suave, lo que significa que el traslape entre el polvo y humo al final no generaría un impacto extremadamente perjudicial.
“Ayer (miércoles) tuvimos una incidencia en el Pacífico que genera inestabilidad, esperamos que continúe hoy y mañana. El sábado disminuirá y se reactivará el miércoles que es la mitad del mes”, adelantó.
Resaltó que la temporada ciclónica este año será más activa que el promedio y se mencionan unas 23 tormentas en la zona del Atlántico, de esa cantidad once serán huracanes y de los once cinco podrían ser intensos.
“La probabilidad es mayor que los últimos tres años por la influencia del fenómeno de la niña, si el escenario cambia, aún hay la probabilidad de que pasen tres ciclones o tormentas tropicales cerca de nuestras costas y una puede impactarnos en tierra firme directamente”, advertir.
¿Escenario no favorable?
Para entender qué pasaría en un escenario sin lluvias y viento, Julio Quiñónez, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático, explicó que muchos de los fenómenos tropicales que se forman en el Atlántico son producto de tormentas que se dan en el Sahara.
“Las tormentas salen al océano, se combinan las temperaturas y se forman fenómenos tropicales. ¿El polvo es un elemento más que empeora el nivel de contaminación en la ciudad?, sí, si sumamos a la ceniza, humo, partículas de agua, contaminación de los vehículos el polvo es un insumo más”, advirtió.
No obstante, explicó que, aunque el polvo y el humo se juntarán en algún momento, saldrán por las lluvias de la temporada porque la zona intertropical de convergencia cerca de Centroamérica anuncia una marcada primera temporada lluviosa.
Impacto en la salud
Parte de un escenario no favorable por una posible mezcla, implica las enfermedades y para conocer con las cuales EL HERALDO conversó con Claudia Caballero del Centro de Información Toxicológica (Centox) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El especialista advertirá que si las condiciones actuales se mantuvieran más la mezcla del material particulado que transporta el polvo, se generaría mayor concentración de contaminantes que afectarán a las personas.
“Serán síntomas en las vías respiratorias, ya que por ahí ingresan los componentes; sin embargo, el peligro depende de muchos factores como las concentraciones, el tiempo de exposición y la condición de salud de las personas”, estimó.
Destacó que en el peor de los escenarios habrán personas más susceptibles de riesgo que otras como los adultos mayores, niños, los que padecen de las vías respiratorias, cardiopulmonares y del sistema circulatorio.
“Si esas personas no toman las medidas necesarias y no tratan sus patologías, presentarán síntomas que requieran ayuda en un centro asistencial, siempre hay varios escenarios”, detalló.