TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Personal del Cuerpo de Bomberos de Honduras atendió por séptima vez la reactivación del incendio en Llantirama, un negocio dedicado a la venta y reparación de llantas, ubicado en el sector 10 de la colonia Hato de Enmedio de la capital de Honduras. El voraz fuego, que inició el pasado 8 de noviembre, ha mantenido a los residentes de la zona preocupados debido a la frecuencia con la que se reactiva.
El personal de bomberos, desplegando dos unidades, llegó al lugar en las últimas horas para controlar las llamas y evitar que el fuego se propagara aún más.
Un bombero explicó que “los escombros presentaban residuos soterrados de llantas y aceite, lo que complicó las labores de extinción”. Además, dijo que “cuando el aire entra, el fuego se reactiva, y actualmente están en la etapa de enfriamiento para prevenir futuras reactivaciones”.
Preocupados están los vecinos del Hato de Enmedio
La reactivación del fuego, por séptima vez, en Llantirama ha generado gran preocupación entre los vecinos, quienes observaban alarmados y con temor cómo los bomberos trabajaban arduamente para controlar las llamas y proteger las propiedades aledañas.
La tranquilidad de la madrugada del pasado 8 de noviembre se interrumpió de golpe, cuando las voraces llamas alertaban sobre un incendio de gran magnitud.
“Salimos por el sonido de la alarma y de repente se escuchó el estallido, pensamos que había sido un carro, y cuando nos acercamos vimos que había agarrado fuego todo el área principal, fue cuando mi mamá llamó a los bomberos”, contó Kevin Aguilar, un residente del sector.
Al ver que las llamas se elevaban y cada vez parecían hacerse más intensas, Aguilar avisó a sus vecinos para que evacuaran sus viviendas.
Sofocar el voraz fuego les llevó alrededor de siete horas.
Pérdidas millonarias por el incendio
El negocio empleaba a unos 25 capitalinos en el rubro de venta de llantas, aceites, lubricantes, baterías y rines.
“Dios tiene un propósito y debemos salir adelante, tenemos que sacar fuerzas de donde no hay. Tengo el corazón destrozado por lo que ha sucedido, Dios dispone de todo esto y a sacar fuerzas”, expresó con tristeza uno de los propietarios.
Los afectados estiman que las pérdidas superan los 60 millones de lempiras y que estaba asegurado el negocio.
