Tegucigalpa

Rotondas, construcciones viales que se convirtieron en obstáculos

Al problema estructural de las dimensiones que no cumplen con el diámetro establecido, se suma la falta de educación vial de los conductores
29.01.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los giros inesperados por el desconocimiento amplifican la indecisión y eso, según conductores consultados, convierte las 22 rotondas del Distrito Central en escenarios de la confusión.

Y es que el mal uso de esas construcciones viales convierte la sinfonía fluida de vehículos en un caos desafinado donde al final predomina la imprudencia como principal actor.

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Realidad

Para comprender por qué no funcionan las rotondas en la capital, EL HERALDO conversó con José Mendoza, titular de la Gerencia de Movilidad Urbana (GMU) de la Alcaldía.

Y porque la realidad es como es y no como quisiéramos, el ingeniero reveló que de las 22 rotondas existentes en el municipio solo una (frente al Mall Premier en El Carrizal) tiene la medida recomendada.

“Para que una rotonda funcione el diámetro aproximado mínimo debería ser de 50 metros, ¿qué sucede?, las rotondas que tenemos no cumplen con ese parámetro”, explicó el ingeniero.

Relacionado con el incumplimiento del radio mínimo en esas estructuras, Mendoza detalló que solo tienen un carril de incorporación, es decir uno de entrada y salida agregando el factor de una mala configuración geométrica en sus diseños.

Rotondas, construcciones viales que se convirtieron en obstáculos

Según los estudios realizados por la GMU, con base en datos obtenidos con radares de medición, la mayoría de rotondas tienen una capacidad para dirigir el flujo vial de unos 2,500 a 3,000 vehículos.

No obstante, las mediciones realizadas reflejan que las rotondas reciben entre 7,000 a 8,000 vehículos cada día.

“Al final las rotondas son obstáculos que no cumplen con diámetros y los dimensionamientos de carriles de entrada, internos y salidas”, argumentó el especialista.

Más allá de los malos diseños que entraron en apogeo en la pasada administración municipal, Mendoza también enfatizó en el profundo desconocimiento de cómo utilizar una rotonda en muchos conductores, es decir, la nula educación vial.

Alternativas

Si el caos vial es real y tangible en horas pico, ¿cómo se puede mitigar el problema de diseño de esas obras? Mendoza aclaró que cada rotonda es un caso distinto, por ejemplo en el caso de la que está en el Juan Pablo II, ahí convergen también los conductores del bulevar Centroamérica y la cantidad de vehículos que recibe es hasta de 14,000.

Por lo anterior, la comuna construirá un paso aéreo con una longitud de 195 metros para canalizar dos flujos.

En la minirrotonda a inmediaciones de Banhcafé, analizan una intervención a través de semáforos portátiles para medir tiempos en el flujo de los automotores y en caso de funcionar, se instalarán semáforos inteligentes.

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En el caso de la rotonda “Landaverde” y su funcionamiento “medianamente aceptable” detalló que el problema surge por la salida a Valle de Ángeles que pronto será intervenida y mejorará la fluidez.

Además de los proyectos, el entrevistado enumeró otras acciones como demoler o cortar rotondas, así como apostarle a la señalización aérea.“Al final (en lugar de rotondas) tenían que ser intersecciones, pero se criminalizó el semáforo que cumple la función de programar y coordinar los vehículos que se detienen”, manifestó.

Más allá de la explicación técnica del experto, los conductores consultados por EL HERALDO simplificaron el origen del problema al opinar que “hay demasiados vehículos”, “muchos conductores no saben utilizar las rotondas” y por último, que “no hay suficientes agentes de tránsito en la ciudad” para agilizar el tráfico.