TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con los pronósticos de cielos grises y lluvias, la Alcaldía Municipal sumó a sus estrategias tradicionales la novedad que aporta la tecnología para prevenir, si es necesario, tragedias durante la temporada de invierno a través del mantenimiento y monitoreo de las riberas de ríos y quebradas en una ciudad donde unas 600 mil personas viven en zonas de riesgo.
Ingrid Flores, jefa de proyectos de mitigación de riesgos de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgos (UMGIR) , detalló a EL HERALDO que en el pasado lo frecuente era utilizar las escalas pintadas en las bases de los puentes históricos para medir el nivel del río Choluteca, el afluente más caudaloso que atraviesa las ciudades del municipio.
La entrevistada enumeró que en la capital las otras zonas que cuentan con el sistema de monitoreo están en la quebrada La Orejona, La Salada, río Chiquito y el más reciente en el río Choluteca que se convirtió en el cuarto dispositivo gracias a la donación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
“El sistema que colocamos, en el puente del barrio El Chile, permitirá monitorear el caudal del río en tiempo real sin necesidad de ir al lugar. El aparato es utilizado en afluentes y represas, también los utilizan en los bordos en la zona norte”, mencionó.
Parte de la innovación, que toma impulso durante la administración de “Buen Corazón”, también incluye nuevas instalaciones meteorológicas , estaciones de medición de calidad del aire y estaciones que alertan gradualmente.
Pronósticos de lluvias
De acuerdo con el titular de UMGIR, las lluvias fuertes se esperan a finales de abril como cierre del verano, mayo será un poco seco y en junio se esperan lluvias considerables por el traslape de fenómeno del niño con el de la niña.
“El 15 de mayo se marca el inicio de la temporada ciclónica en el Pacífico y el primero de junio en el Atlántico lo que más nos afecta. Tenemos un 83% de posibilidades que una tormenta tropical con nombre y también un 3% de posibilidades que un huracán afecte al país entero”, advirtió.
Por lo anterior, resaltó las acciones de preparación como obras de mitigación para atender varios sectores del municipio por temas de crecientes e inundaciones, fortaleciendo los sistemas de monitoreo de alerta sin olvidar los dragados de quebradas y ríos más las intervenciones de limpieza.
“Preparamos la ciudad para que el invierno llegue y sea una bendición el agua en estos tiempos de sequía, tratamos de atender la ciudad en un 100%”, afirmó.
Trabajos en ríos y quebradas
Más allá de la innovación en el monitoreo, los métodos tradicionales no se olvidan y es así que la maquinaria pesada se sumerge en los cauces para despejar obstáculos y garantizar el flujo del agua como medida de prevención.
Datos revisados por EL HERALDO indican que durante el 2023 se emitieron seis contratos que reflejan una inversión de 17,561,297 de lempiras para dar mantenimiento a las riberas en los afluentes capitalinos.
Entre las zonas detalladas en los contratos, se mencionan el cauce del río que atraviesa el barrio La Bolsa, San José del Pedregal y Las Torres, asimismo la quebrada Agua Dulce, río Jacaleapa, río San José desde la Fuerza Aérea hasta Altos de Germania y el río Chiquito.
Hay que resaltar que el promedio de inversión en por cada contrato revisado por este rotativo indica que fue de 2.9 millones de lempiras.
Apoyo externo suma a la prevención
Sobre el tema Julio Quiñónez, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático, informó que para este año se espera que el paso del fenómeno del niño a la niña propiciará condiciones para una mayor cantidad de fenómenos naturales.
En el caso particular de la capital, se destacó la importancia de las obras de prevención, como el monitoreo implementado, sin apartarse de las acciones de campo, es decir, labores de limpieza, canalización y dragado de ríos y quebradas.
“Hay que mencionar también el esfuerzo para la organización comunitaria, el municipio trabaja con ayuda de cooperación internacional para certificar los Comités de Emergencia Locales (Codeles). La ciudad tiene 80 puntos críticos y la mitad de ellos ya tienen comités certificados equipados con herramientas para atender emergencias”, señaló.
Para el especialista, las obras de prevención en desarrollo, contribuyen a disminuir los niveles de peligrosidad de la ciudad y más si se considera que en el pasado entre el 2002 al 2006 se dieron los primeros pasos para el monitoreo del clima.
Sin embargo, se dejaron de utilizar, y en la actualidad se potencian los monitoreos en zonas vulnerables gracias a la cooperación externa, que aporta recursos importantes con la idea de implementar en algún momento un nuevo centro de operaciones para estudios territoriales con toda la tecnología para procesar datos, emitir alertas y sugerir obras a construir.