Tegucigalpa, Honduras.- Una señal prometedora de que el próximo año no habrá fuertes racionamientos de agua durante el verano son los altos niveles de las represas de la ciudad.
Hace una semana, las autoridades de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS) elevaron la cortina inflable de la represa Los Laureles.
Este mecanismo permite que el embalse almacene una cantidad extra del vital líquido.
Sin la cortina, la represa tiene una capacidad máxima de siete millones de metros cúbicos de agua. Sin embargo, al utilizar este dispositivo, se puede superar la cifra de los 10 millones de metros cúbicos.
Las autoridades de la UMAPS explicaron que este procedimiento se lleva a cabo en las últimas semanas del invierno, lo que permite que el agua captada sea de mejor calidad y más reciente, facilitando su tratamiento posterior.
En los próximos días se espera que la represa Los Laureles alcance su capacidad máxima.
Por su parte, la represa La Concepción ya se encuentra al 96% de su capacidad, por lo que, con lo que resta del invierno, también podría llegar al 100%.
Este año, la represa alcanzó niveles altos con rapidez, lo que asegura que el próximo año los capitalinos no enfrentarán problemas graves con el suministro de agua potable.
Actualmente, la distribución de agua se realiza día de por medio, un esquema que ha estado en vigor durante tres meses consecutivos.
En el caso de los abonados de El Picacho, la distribución se está llevando a cabo cada tres días, ya que esta es una fuente superficial.