TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En sus pequeños talleres, cada día luchan para mantener vivo un oficio que hace calzar a niños y hasta empresarios.
Los pequeños productores de calzado de la capital, luego de años oscuros por la pandemia, esperar mejorar las ventas con el retorno a clases presenciales que se pretende implementar en febrero próximo en el sistema educativo.
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Las autoridades de la Asociación Hondureña de Productores de Calzado y Derivados de Piel (Ahprocadep) tienen expectativas reservadas, ya que hasta la fecha siguen esperando los pedidos del calzado, y en años anteriores a la pandemia a esta altura del año ya se habían realizado entregas.
“Nosotros estamos luchando para no desaparecer, somos un rubro que genera muchos empleos, nuestro calzado es hecho con dedicación y mucha calidad”, destacó Natalia Espinal, vocera de la Ahprocadep.
Una de las propuestas que surge desde los talleres de calzado del mercado Séptima Avenida de Comayagüela es que los productos que elaboran los zapateros se vendan en Banasupro para que los padres de familia los puedan adquirir a bajos precios.
Además, solicitan que se les apoye con maquinaria nueva para aumentar la producción y capacitaciones, a fin de impulsar los negocios.
Malestar con Sponda
Como el “tiro de gracia” han catalogado los productores las palabras del ministro de Educación, Daniel Sponda, al decir que los niños pueden ir en chancletas a recibir clases.
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“Es una irresponsabilidad mandar a los niños en chancletas en centros donde hay clavos y vidrios. Además no podrán recrearse de manera segura”, cuestionó Espinal.
A criterio de la experta en calzado, los zapatos dan firmeza, seguridad, protección y presencia a los niños.“Esta es nuestra oportunidad para emplear a más gente, muchos zapateros se nos han ido en las caravanas, nosotros también somos una escuela del oficio”, recordó
