La noche de bodas es un acontecimiento especial para cualquier pareja que decide dar el gran paso al unir sus vidas en matrimonio, pero este no es el caso de Louise y Stuart Unwin.
Louise y Stuart son un matrimonio británico que lleva dos años sin mantener relaciones sexuales.
La pareja señala que el problema se originó por una caída brusca de la líbido de Louise. “Hasta nuestra boda, no parábamos de tocarnos, pero nuestra activa vida sexual se 'cayó' en cuanto nos atamos el uno al otro”, dijo Louise a The Daily Mail.
Y agregó: “En el momento que dije ‘sí quiero’, algo dentro de mí desapareció. Fue como si un interruptor se hubiera apagado. Dejé de ser la novia sexy a convertirme en la esposa de alguien”.
La mujer recuerda con especial detalle la noche de bodas, que fue amarga. “Los problemas empezaron esa misma noche. Estaba exhausta después del gran día, y además era muy consciente de mi cuerpo después de dar a luz a mi hija Poppy, no mucho antes”, recuerda la esposa.
La mujer tuvo dos hijas antes de pasar por el altar. “No quería tener sexo esa noche, pero acepté por el deseo de Stuart. Desde entonces, la cosa ha ido de mal en peor”.
Insegura por su cuerpo
Uno de los principales causantes del bajón en el deseo de la mujer es cómo se siente respecto a su cuerpo después de tener dos hijas.
Tras los partos, Louise engordó y su anatomía cambió de forma. Algo que para Stuart no supone ningún problema. “Él siempre me dice que prefiere mujeres con curvas, y que le excito, incluso hemos hecho el amor algunas veces, pero no lo he disfrutado. Siempre digo que mi boda fue una especie de pacto de celibato”, explicó.
Pese a este problema el matrimonio de Louise y Stuart no se ha resentido. Los dos se aman. “Mi matrimonio es perfecto en todo lo demás. Tenemos dos preciosas niñas, una de una relación anterior y otra con Stuart”.
Pero a pesar de resignarse a vivir sin sexo, Louise y Stuart han intentado encontrar una solución a sus problemas. “Hemos visto porno juntos, pero no funciona. Estoy desesperada por tener una vida sexual divertida y normal con mi marido, pero no soy capaz”, confesó Louise desesperada.
También han visitado a médicos y terapeutas, pero los tratamientos todavía no han dado resultado. “Me he apuntado al gimnasio para perder peso y para encontrarme mejor. Quizás así la chispa vuelva a saltar”, explica la mujer.
“Pero aunque no tenga sexo con mi marido, aún le quiero”, remata la mujer. “Espero que las cosas nos vayan bien”.