Un veterinario no se siente muy bien y decide ir a la consulta de un médico. El doctor comienza a hacerle mil preguntas sin tan siquiera mirarlo y toma notas y más notas sobre sus síntomas, las enfermedades pasadas, alergias, intolerancias, todo su historial clínico anterior desde su nacimiento hasta la actualidad... En un momento dado el veterinario, que ya ha perdido la paciencia, interrumpe al médico.
-Disculpe, doctor, pero ¿no podría hacer como hago yo con mis pacientes? ¡Los examino, les miro los dientes, las patas, hago un diagnóstico y los curo!
-Claro, claro -asiente el médico con una risita-, pero entonces, si el tratamiento no funciona, tendré que sacrificarle...
Una pareja va al médico, ella se encuentra muy débil. A solas con el marido, el médico dice:
-La verdad es que su mujer no tiene buen aspecto.
-Ya lo sé doctor, pero es que su padre tiene mucho dinero.
Un hombre va al circo en busca de trabajo y el director le pregunta:
-A ver, ¿cuál es su especialidad?
-Yo sé imitar a los pájaros.
-¡Bah! ¡Eso lo sabe hacer todo el mundo!
-Ah... bueno... En ese caso, no le haré perder más tiempo.
¡Y el hombre se va volando!
Un campesino se encuentra con otro.
-Hola, Pedro, ¿qué tal?
-Tengo una gran noticia. ¿Sabías que he encontrado una gallina que pone huevos de oro?
-¡Caray, Pedro, tú sí que tienes suerte!
-No te creas... ¡No hay modo de hacer una buena tortilla con ellos!
Durante un juicio, el juez le pregunta al acusado: -¿Cómo se la pudo apañar usted para abrir la caja fuerte y robar todo en el dinero en tan solo 15 minutos? -Señor juez, lo siento, pero no doy clases gratis.
El abogado de divorcios le dice a uno de sus clientes:
-Referente a su caso tengo una noticia buena y otra mala, ¿cuál quiere primero? -La buena.
-Pues sepa que su mujer ya no va a pedir la repartición de bienes tras la herencia que a usted le toque recibir.
-Vaya, qué bueno, ¿y la mala?
-Dice que se va a casar con su padre.
Dos locos se encuentran en el jardín del hospital psiquiátrico; uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice: -¿A que no adivinas qué tengo en la mano? -Humm... ¡un elefante! El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica: -Sí, claro, pero... ¿de qué color es?
Una madre y su hija rubias están viendo una carrera de atletismo: -Mamá, ¿por qué corren esas señoras en pantalón corto? -Porque a la primera le dan un premio. -Ah, y entonces ¿por qué corren las demás?
Un hombre le pregunta a otro: -Perdona, ¿no tendrías una cerilla? Y el otro, que es muy, muy tacaño, le responde: -¿nueva o usada?
Un día, en mitad de una clase, un maestro de literatura se quedó profundamente dormido detrás de su escritorio. Cuando despertó, queriendo disculparse, les dijo muy serio a sus los alumnos:
-Me remonté en sueños al tiempo de Don Quijote de la Mancha y le pedí consejos sobre los mejores libros de caballería.
Al otro día, Jaimito se acomodó en su pupitre y lo venció el sueño. Al verlo, el maestro lo despertó y le pidió una explicación, a lo que el chico respondió:
-Me remonté en sueños al tiempo de Don Quijote, le pregunté por usted y me dijo que no lo conocía.
Una vecina le dice a otra:
-¿Consuelo, no estabas enferma?
Consuelo dice:
-¡No! ¿Por qué lo dices?
-Pero Consuelo, anoche vi salir a un médico de tu casa.
-Eso no es nada, yo vi salir un general de la tuya y no estamos en guerra.
Llega el hijo después de un partido de fútbol a su casa y le dice al padre:
-¡Papá, hoy fue el mejor partido de mi vida, hice tres goles!
-Muy bien hijo, te felicito, ¿cómo quedaron?
-¡Perdimos 2-1!
Un hombre llega de noche a su casa, algo entonadillo, con ganas de darle una sorpresa a su esposa. Entra al cuarto, y con la luz apagada, se desnuda, se mete en el lecho conyugal y comienza a acariciarla. Ella reacciona de inmediato y hacen el amor apasionadamente.
Terminado el acto, nuestro hombre fue al baño y al abrir la puerta encontró a su esposa secándose con una toalla. Sorprendido le dijo: -¿Cómo? ¿No estabas ahora mismo en la cama?
-No, me estaba bañando.
-Entonces con quién hice el amor.
-¡Mamáaa! ¿Por qué no dijiste nada?
-Ya sabes hija, yo con este no me hablo.
El niño llega a casa de la abuela y en cuanto tiene ocasión se le acerca tímidamente pero con gran ilusión y le dice:
-Abuelita, ¿me enseñas el pajarito?
-Qué dulce. Sin embargo, yo no tengo pajaritos, ¿por qué lo dices?
-Es que papá dijo al salir de casa que íbamos a ver a la cotorra de la abuelita.
La abuela está pasando unos días en casa de su nieta.
-¡Ahora papá ya podrá hacer su número! -grita la niña muy contenta. -¿Qué número? -pregunta la abuela.
-Papá dijo que si te quedabas una semana se subiría por las paredes.