Llegó con su estómago vacío, con su ropa un poco sucia y con su mano estirada para que alguien le obsequiara unas pocas monedas para comer. Solo necesitaba unos cuantos centavos, sin embargo, lo que hizo la dueña de una cafetería por él, lo tiene completamente contento.
Cuando la dueña del comedor ubicado en Minneapolis le preguntó a Marcuos por qué no tenía un empleo, él agacho su cabeza para evitar mirarla y de una forma triste y con voz baja contestó: “nadie quiere contratarme porque tengo antecedentes penales, así que me veo a mi mismo en las calles y cogiendo dinero de la única forma que conozco: robando o mendigando”.
Cesi Albigail, de 25 años y propietaria de la pequeña cafetería, decidió ofrecerle un empleo lavando platos durante el día: “¿Quieres un empleo? Te puedo ofrecer uno», reveló la joven empresaria. Con una amplia sonrisa su interlocutor agradeció el ofrecimiento: “Lo haré a cambio de comida”.
En declaraciones a CBS, la propietaria del local, ha afirmado que muchas personas dicen que para Marcus ella ha sido una bendición pero Abi cree que la bendecida ha sido ella.
Dos horas diarias, de momento
Marcus se puso el delantal alrededor de la cintura, y Abigail le ofreció un sándwich que compartió con otra persona sin hogar. “Eso realmente me conmovió”, destacó esta emprendedora.
Tras dos horas de trabajo- la jornada por la que podían pagarla- el vagabundo regresó por su camino y al día siguiente volvió. Dos semanas después, sigue acudiendo puntual a la cafetería.