Luego de cinco días de alerta máxima, las autoridades de Bruselas trataban de atraer a los turistas, posiblemente asustados por las fotos de las calles desiertas patrulladas por soldados con ametralladoras. Su arma secreta: los gatos.
Bruselas cerró el metro y las escuelas y el gobierno pidió a la gente que no acudiera a los lugares públicos por miedo a un ataque extremista como los de París. Luego de reducir el nivel de alerta el jueves, las autoridades de turismo esperan que la gente regrese a la capital, en particular tras la apertura oficial el viernes del mercado de Navidad.
Los gatos se convirtieron en una mascota extraoficial cuando los vecinos inundaron las redes sociales con fotos de gatitos después que las autoridades pidieron que no divulgaran información sobre los allanamientos.
En lugar de informar sobre operativos policiales en curso, los usuarios tuitearon fotos de gatos con las patas alzadas, disfrazados de francotiradores policiales o con un sombrero bombín, que identifica a René Magritte, el gran pintor surrealista belga.
La policía agradeció con la foto de un tazón con comida para gatos. Las autoridades usan ahora fotos de gatos en los monumentos más famosos de Bruselas para atraer el turismo.
En el Atomium, una estructura de nueve esferas que representa un cristal de hierro y es uno de los atractivos principales, se registró un pequeño número de turistas la semana pasada. La vocera Inge Van Eycken dijo que no había precedentes para cerrar el lugar debido al terrorismo y que confían en la atracción de los gatitos para volver a atraer a la gente.
La Oficina de Turismo de Bruselas, lanzó el miércoles un vídeo promocional en el que gatos se cuelan en sus lugares más emblemáticos, en un guiño a los miles de mininos compartidos en Twitter para apoyar las últimas operaciones policiales.