Utilidad

Dele la bienvenida al coaching

Esta herramienta se ha convertido en una parte esencial del proceso de crecimiento y aprendizaje de un líder

27.02.2012

¿Se considera un ejecutivo de alto desempeño? ¿Es una persona orientada a metas y sus resultados hablan de sus logros? ¿Es usted un activo muy valioso para su empresa?
Aún así, ¿desea alcanzar metas más altas y se siente estancado?, ¿los cursos y diplomados de metas y alto desempeño ya no le funcionan? Quizá es el momento de explorar el coaching.

“El coaching es una herramienta que está siendo utilizada ampliamente en empresas de primer mundo como una forma para lograr el desarrollo de las capacidades y habilidades de ejecutivos de alto potencial”, dijo Jessica Calderón, speaker, trainer, coach de John Maxwell Team, Founding Partner Richard St. John Licensee.
Ante los desafíos de un ambiente de negocios cada vez más complejo, los líderes y ejecutivos recurren a coaches que les ayudan a comprender y visualizar más claramente sus caminos de acción.

¿En qué consiste el coaching?
Consiste en una relación individual, personalizada y confidencial en la que el coach y el ejecutivo trabajan en forma colaborativa para que el ejecutivo desarrolle sus mejores cualidades y habilidades individuales. En una sesión normal, el coach se reúne con el ejecutivo en una reunión a puerta cerrada para que juntos definan y clarifiquen las metas del ejecutivo, identifiquen las barreras que le impiden lograrlas y exploren formas específicas para alcanzarlas.

“El coaching se desprende de la necesidad cada vez mayor para que los líderes ejecutivos desarrollen no solo sus habilidades técnicas y de negocios, sino también las competencias y habilidades suaves, tales, como relaciones interpersonales, liderazgo, innovación y creatividad, autoconocimiento y confianza propia”, manifestó Calderón.

Sin embargo, por ser una profesión relativamente nueva, aún hay mucha confusión en relación a qué es y qué no es el oaching.Particularmente, existe la tendencia a confundir el coach con profesiones tales como la psicología y sus prácticas, como la terapia y la consejería. La principal diferencia es que la terapia y la consejería parten de un estado disfuncional y trabajan en lograr que el cliente llegue a un estado funcional; el coaching, en cambio, consiste en llevar a una persona de un estado funcional a uno óptimo.

El coaching se enfoca en el hoy y en el futuro; la terapia y la consejería por su parte se enfocan en el pasado y en muchas ocasiones en eventos que deben ser enfrentados y superados para que la persona sea capaz de seguir con su vida. Las personas que más emplean el coaching son generalmente empresarios, profesionales en posición ejecutivas de alta dirección, profesionales en el área de ventas y profesionales autoempleados independientes (médicos, arquitectos, abogados, entre otros.). “Hay una tendencia creciente de parte de las áreas de recursos humanos a buscar coaches para sus ejecutivos o para jóvenes profesionales con alto potencial de desarrollo”, explicó la experta en el tema.

Se puede decir que el coaching es una solución cada vez más conocida y muy potente para asegurar un desempeño superior por parte de los talentos más valiosos de la empresa. En los países del primer mundo, tener un coach se considera algo muy profesional. Desde luego Honduras no se podía quedar atrás en esta tendencia, así que dele la bienvenida al coaching.

¿Cómo seleccionar a un buen coach?

Dado que es una profesión bastante nueva y en particular muy poco conocida en el mercado hondureño, se deben tomar algunas precauciones para seleccionar a un coach.

1. El coach debe tener experiencia en el área.

2. Debe poder explicar en forma clara la metodología que empleará.

3. Debe creer en el proceso, es decir, debe tener un coach.

4. Preferiblemente debe haber trabajado en ambientes similares.
5. Y no menos importante, debe poseer una certificación reconocida en una metodología particular.

El coaching ayuda a

1. Remover bloqueos y barreras mentales que le impiden avanzar personal y profesionalmente.

2. Comprender las causas primarias de sus resultados actuales.

3. Crear hábitos positivos y productivos.

4. Ser responsable.

5. Motivarlo a exponerse a un proceso de cambio y crecimiento.

6. Mejorar la autoimagen.

7. Aprender a tomar decisiones en forma más efectiva.

8. Desarrollar habilidades personales de liderazgo.

9. Fijar y lograr metas estratégicas.
10. Construir relaciones interpersonales sólidas.

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