Tegucigalpa
Controlar los gastos no solo significa gastar lo que se puede costear, sino también buscar maneras de minimizar y priorizar el consumo.
Ante la inestabilidad del mercado actual, expertos coinciden en que los principales factores que juegan en contra del orden financiero de cualquier persona son el inexistente hábito de ahorro y la presión del ambiente y medios publicitarios que incrementan el impulso por comprar y que ponen en desbalance los fondos mensuales.
Pero, ¿cómo lograr controlar nuestros gastos? Similar a lo que ocurre con las microempresas, una administración inteligente del dinero conlleva al éxito y a un nivel de liquidez adecuado.
Para Anna Kirkconnell, máster en planificación y desarrollo de proyectos, además de mejorar nuestra salud mental y financiera, hacer un control adecuado de gastos garantiza la seguridad y bienestar de terceros a largo plazo.
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“Llevar un control es recomendable para nuestra salud mental y física, este se constituye en una fortaleza y seguridad. Todos incurrimos en gastos de alimentación, salud, vivienda y educación, y si tenemos bajo nuestra responsabilidad a otras personas como hijos o familiares, organizar y priorizar nuestros gastos garantiza su seguridad y bienestar”, aseguró.
Elabore un plan de gastos mensuales
De acuerdo con Kirkconnell, realizarlo permite organizar y priorizar qué se necesita pagar, comprar y solventar de una forma más organizada y consciente.
Otra opción es establecer un presupuesto de gastos mensuales y monitorearlo mes a mes, evaluando sus desviaciones. “Debemos llevar un presupuesto que detalle nuestros ingresos netos con consciencia. Nos dará un reflejo de nuestros hábitos de consumo y será un indicativo de nuestras obligaciones en materia de pagos por los artículos y servicios que consumimos”, señaló.
Evite los gastos hormiga
Este tipo de gastos son caprichos, pequeñas fugas de capital que hacemos a diario casi sin darnos cuenta y que a la larga pueden afectar nuestro presupuesto mensual. “Para reducir el gasto hormiga tenemos que hacer un llamado a nuestra conciencia y estar seguros de que ese es un gasto que no tiene que hacerse”, advirtió la experta. Por ejemplo, una buena estrategia a seguir es gastar únicamente en efectivo.
Aísle sus tarjetas de crédito o deposite una cantidad limitada en su tarjeta de débito. De esta manera evitará gastos innecesarios y en su mayoría superfluos al carecer de madurez financiera para administrar sus ingresos.
