Alguna vez te has preguntado por que el humo que tiran los vehículos por el escape es negro y en otros casos blanco.
El color de este te puede indicar lo que está pasando con tu motor y tomar las medidas oportunas para evitar problemas mayores.
En sencillos pasos podrás saber si tu auto anda bien o si requiere algún chequeo especializado.
Primero: Pidele a un amigo o familiar que maneje tu auto
Pidele a alguien de confianza que maneje tu carro unas cuadras de ida y regreso mientras tu lo observas, así podras ver las emisiones de humo en movimiento, además de cuando estas estacionado.
Segundo: Identifica como es el humo que sale
Debes diferenciar si es blanco y espeso, azulado y oloroso, o de plano negro.
Tercero: En base a lo observado sabras lo que posiblemente está sucediendo a tu motor.
1. Humo blanco y espeso al encender el motor:
Te cuesta encenderlo o al ir en marca tira humo blanco pero al calentar deja de hecharlo. Normalmente se debe a una mala puesta a punto del sistema de inyección diésel.
Ese humo blanco es en realidad vapor de diesel: si la bomba de inyección está fuera de punto e inyecta el combustible demasiado pronto o tarde, en vez de arder por la compresión que hay en el cilindro, sólo se quema una parte; mientras que el resto se evapora.
Si tu vehículo no tiene bomba de inyección porque es de inyector bomba, lo que sucede es que la cámara de combustión está muy fría: probablemente tengas en mal estado algún precalentador.
2. Humo blanco en frío y en caliente:
Un poco de humo blanco y no muy espeso (que se dispersa en poco tiempo) es normal al encender el motor, sobre todo en invierno, ya que al quemar un hidrocarburo -diesel o gasolina- se genera vapor de agua.
Al apagar el propulsor, el frío del exterior condensa ese vapor y hace que quede agua en el tubo de escape. Cuando ponemos en marcha la mecánica y sube la temperatura, evaporamos de nuevo el agua del escape y sale ese humo blanco, que no suele ser mucho.
3. Blanco con olor pecualiar:
Si persiste, normalmente tendremos un problema de refrigeración: parte del anticongelante entra en el cilindro y se mezcla con el combustible. Este humo tiene un olor muy peculiar y suele ir acompañado de fallos de temperatura; lo más probable es que la junta de culata esté mal y haya que sustituirla.
No es una reparación barata. Sin embargo, si tardamos en solucionarlo o no somos cuidadosos y “nos pasamos” de temperatura, podemos deformar tanto la culata que no se pueda planificar y tengamos que sustituirla por una nueva.
4. Humo azulado y oloroso:
Si por el escape sale un humo algo azulado y huele un poco a tostado, lo que sucede es que está entrando aceite a la cámara de combustión. Hay cuatro posibles motivos para que esto suceda:
I.- Que la junta de culata está en mal estado y pasa aceite de la distribución al cilindro número 1. En ese caso, el humo suele aparecer siempre.
II.- Que el turbo esté gastado y el aceite que lubrica su eje se cuele en el circuito de admisión. El humo saldrá sobre todo al acelerar fuerte y cuando estemos parados al ralentí.
III.- Que los retenes de las guías de válvulas estén gastados: el humo sale por el escape cuando soltamos el acelerador y el coche retiene. Se debe a que se genera vacío en los cilindros y absorben el aceite que rezuma por las válvulas.
IV.- Que el motor esté gastado (normalmente, los segmentos del pistón). En este caso, el humo suele salir siempre, pero más al acelerar. Lo que sucede es que no hay un cierre hermético entre el pistón y la pared del cilindro y el aceite de lubricación pasa a la cámara de combustión.
El humo negro se debe a una mala combustión del diesel, normalmente por un exceso de carburante (o falta de oxígeno) o que los inyectores tienen una mala pulverización.
Se produce generalmente al acelerar a fondo; si lo hace sólo un instante al “dar el pisotón”, es más o menos normal… Pero si seguimos echando humo negro por mucho rato, tenemos una avería.
Generalmente se debe a un problema con la válvula recirculadora de gases de escape: al pisar el acelerador debería cerrarse para que sólo entrase en el cilindro aire limpio y rico en oxígeno, con el fin de que arda bien el exceso de combustible que inyectamos al acelerar. Si no se cierra, el carburante seguirá mezclándose con el gas de escape recirculado; al tener menos oxígeno, el combustible no se quema por completo y por eso sale humo.
Un filtro de aire demasiado sucio puede provocar igualmente este problema, al no dejar entrar correctamente el aire de admisión es otros de las posibles causas.
Lo normal es que tu auto tire humo apenas visible o en forma de vapor, y cuando se acelera algo gris pero no en exceso.