Motores

La importancia de mantener el líquido de frenos en óptimas condiciones

Prolongar la vida útil del sistema de frenado resultará imposible si no pones cuidado a ese vital componente
02.12.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al igual que todos los fluidos que integran los distintos sistemas de funcionamiento del vehículo, el líquido de frenos (siendo uno de los más importantes) requiere ser sometido a revisiones periódicas para asegurar que se encuentra en el nivel y estado óptimos.

Respecto al nivel, “la mayor parte de los sistemas de frenos contienen un nivel mínimo y otro máximo”, explica Francisco Nájera, gerente de Operaciones de Autec, haciendo énfasis en que mantenerlo por debajo “puede afectar el funcionamiento del frenado”, mientras que dejarlo por sobre la medida “puede generar derramamientos”.

El experto comparte que cuando el vehículo tiene nuevas sus pastillas de frenos o fricciones (como también se les conoce), el nivel del líquido estará en el máximo.

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Y cuando estas están por debajo del 30% de su vida útil, el nivel del líquido de frenos bajará al mínimo.

Mantener el líquido por debajo de la medida puede dañar el sistema de frenado y el exceso puede generar derrames.

“Esto es debido a que el espacio del desgaste de las fricciones se ocupa con más líquido, razón por la que no siempre es recomendable llenarlo al máximo, pues cuando las fricciones se reemplazan y se retrocede ese espacio de desgaste, el líquido sobrepasa la cantidad del recipiente y genera derramamientos que pueden dañar la pintura y carrocería”, extiende.

Cuando el vehículo tiene nuevas sus pastillas de frenos o fricciones, el nivel del líquido estará en el máximo.

¿Cuándo cambiarlo? Nájera detalla que, según fabricantes, este reemplazo debe realizarse cada 40,000 o 50,000 kilómetros, basado en que, por su naturaleza, el líquido de frenos tiende a generar impurezas, condensación de agua y perder sus propiedades hidráulicas, por las variaciones considerables de temperatura a las que se expone.

“Justo por eso siempre es importante llevar un registro, para darle un mejor rendimiento al sistema de frenado y prolongar la vida útil de las piezas que se ven involucradas; como bombas principales, bombas auxiliares, tuberías y válvulas de alivio, sistemas ABS, entre otras”, puntualiza el especialista.

Por otra parte, para identificar qué opción es la indicada para cada caso, hay que tener presente que “el líquido de frenos es aquel que transmite, por medio de un sistema hidráulico, la fuerza del frenado desde el pedal hasta la rueda, funcionando a través de la fricción de piezas”, recuerda Nájera.

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“Esta fricción genera temperaturas elevadas, lo cual se ve reflejado en todo este sistema y, por ende, en el líquido. Es por ello que la alternativa a utilizar se selecciona con base en la fuerza de frenado requerido, y las condiciones en las que se emplee el automóvil”, resalta.

EL MERCADO OFRECE DISTINTAS OPCIONES

El experto explica que en el comercio actual hay muchas marcas reconocidas y distintos tipos de líquido entre los que puedes escoger, siendo las especificaciones más comunes: DOT3, DOT4 y DOT5.

“Esa diferencia en especificación es de carácter técnico, pero su principal razón es la capacidad del líquido en soportar la temperatura sin perder sus propiedades”, complementa.

El DOT3 tiene un punto de ebullición que oscila entre los 140 y 200 grados. El DOT4, entre los 160 y 230 grados.

Y el DOT5 (de alto rendimiento) tiene un punto de ebullición de 260 grados, comúnmente usado en equipo pesado.