TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Disfrutar de una sexualidad sana y responsable es una decisión que le corresponde tomar a usted. Los mecanismos de guía, por supuesto, son un recurso al que puede acudir.
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La doctora Mariela Medina, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital DIME, coincide en que “no existe un manual específico para manejarnos de la manera correcta”. Sin embargo, hay pautas que propician experiencias y encuentros más seguros y placenteros.
Entonces, ¿cuándo empezar a hablarlo, a hacer preguntas? “Todo comienza en los primeros acercamientos con la sexualidad, que se dan en las orientaciones escolares. Pero la familia también juega un papel determinante para informar sobre este tema”, apunta la experta.
Como antesala al Día del Amor y la Amistad, conviene hablar de aquellos que ya han iniciado o piensan iniciar pronto una vida sexual activa. “Ejercer una sexualidad sana y responsable implica una voluntad férrea en donde el cuerpo y la mente deben estar en armonía”, apunta Medina.
Puntos clave
Hablar con naturalidad del tema es el primer paso. “No debe ser un tabú y tampoco tiene por qué tratarse como algo impropio. Hacer preguntas a las personas indicadas (al médico, al psicólogo o a nuestros propios padres) para aclarar cualquier tipo de duda no debería causar problema alguno”, introduce la especialista.
Explorar la sexualidad libremente, con cuidados y precauciones en el momento correcto, es otro punto importante de rescatar. “Experimentar y vivir situaciones sexuales, siempre y cuando sean lícitas, es su derecho, recordando que no debemos forzarlas ni permitir que nadie la(o) presione, afecte sus emociones o ignore cualquiera de sus decisiones”, recalca.
Por otra parte, cuidar de la salud una vez que se da pie a la vida sexual es fundamental, ya que con ello también inician algunas responsabilidades relacionadas al tema. “Hay riesgos claros, por ejemplo, contraer infecciones de transmisión sexual (tan delicadas como el Virus del Papiloma Humano —VPH— y el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida —VIH—), además de las posibilidades de desarrollar embarazos no planificados”, rescata la doctora.
Siguiendo con este último punto, la especialista advierte que es básico, una vez que se decide involucrarse sexualmente con alguien, tener conocimiento de los métodos anticonceptivos y de barrera, debido a que actualmente existen diversas opciones para protegerse.
¿Momento adecuado?
Medina explica que la madurez no significa comenzar una vida sexual, sino saber cómo disfrutarla, aprender a cuidarse y evitar riesgos que puedan traer consecuencias negativas. “Para lograrlo es imperativo poder identificar los peligros a los que estamos expuestos, entender que debemos esperar el tiempo necesario y que nada ni nadie debería forzar esa situación”, enraiza.
La experta apunta que el sexo puede cambiar nuestra vida y nuestras relaciones familiares y de amistad. “Tener relaciones sexuales puede afectar la forma en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos o la forma en que los demás se sienten con respecto a nosotros. Por lo que antes de tomar cualquier decisión, necesitamos tener plena conciencia de las situaciones que podrían ocurrir. Eso es una sexualidad responsable”, concluye.
