Tegucigalpa, Honduras
¿Quién no ha escuchado decir que el desayuno es la comida más importante del día? Seguramente muchos hacen caso omiso a esta indicación, pero una buena primera comida marca una enorme diferencia en la salud de las personas.
Luego de que el cuerpo permanece hasta 12 o 14 horas sin ingerir ningún tipo de bebida o alimento durante el sueño, es normal que amanezca deshidratado y con las reservas de glucosa muy bajas, pidiendo a gritos alguna fuente de energía rápida.
“El cuerpo está preparado metabólicamente para obtener energía de manera muy rápida a través de los carbohidratos, no así de la proteína ni de la grasa, por ende, estos son una excelente alternativa a tempranas horas”, informó la nutricionista Patricia Vial.
Beneficios
La doctora mencionó que desayunar de una forma adecuada está asociado a un mejor mantenimiento del peso corporal, menor incidencia de diabetes, de enfermedades cardiovasculares, de estreñimiento, entre otros beneficios.
“Los niños que desayunan bien tienen un mejor rendimiento en la escuela, sobre todo en tareas que involucran la memoria, la participación y las matemáticas. En adultos, la retentiva también es mayor y la productividad laboral aumenta enormemente”, apuntó Vial.
Además, la especialista comentó que al permanecer tantas horas corridas sin ingerir nutrientes durante la noche, el nivel de glucosa en la sangre al día siguiente es tan bajo que provoca irritabilidad, cansancio, sueño y falta de concentración.
Alternativas
La nutricionista indicó que un desayuno saludable debe incluir agua, un carbohidrato, un lácteo, una fruta y una fuente adicional de proteínas. Asimismo, brindó algunas recomendaciones para tener una dieta no necesariamente estricta.
“Un día se puede comer una o dos rebanadas de pan integral, un huevo, un trozo de queso, alguna fruta y acompañar esto con un vaso de agua. En otra ocasión avena con leche, una fruta, un trozo de pavo y agua”, lo importante es variar sin dejar de incluir alimentos básicos”.
Por su parte, no deben estar presentes bebidas con altos contenidos de azúcar, comidas fritas o chucherías con altos índices de grasa porque, aunque aportan calorías, no añaden casi ningún nutriente al organismo.
“Hay que hacer un alto y darnos cuenta de que lo que comemos diariamente tiene un impacto muy fuerte en nuestra salud a mediano y, sobre todo, a largo plazo”, recalcó Vial.
¿Quién no ha escuchado decir que el desayuno es la comida más importante del día? Seguramente muchos hacen caso omiso a esta indicación, pero una buena primera comida marca una enorme diferencia en la salud de las personas.
Luego de que el cuerpo permanece hasta 12 o 14 horas sin ingerir ningún tipo de bebida o alimento durante el sueño, es normal que amanezca deshidratado y con las reservas de glucosa muy bajas, pidiendo a gritos alguna fuente de energía rápida.
“El cuerpo está preparado metabólicamente para obtener energía de manera muy rápida a través de los carbohidratos, no así de la proteína ni de la grasa, por ende, estos son una excelente alternativa a tempranas horas”, informó la nutricionista Patricia Vial.
Beneficios
La doctora mencionó que desayunar de una forma adecuada está asociado a un mejor mantenimiento del peso corporal, menor incidencia de diabetes, de enfermedades cardiovasculares, de estreñimiento, entre otros beneficios.
“Los niños que desayunan bien tienen un mejor rendimiento en la escuela, sobre todo en tareas que involucran la memoria, la participación y las matemáticas. En adultos, la retentiva también es mayor y la productividad laboral aumenta enormemente”, apuntó Vial.
Además, la especialista comentó que al permanecer tantas horas corridas sin ingerir nutrientes durante la noche, el nivel de glucosa en la sangre al día siguiente es tan bajo que provoca irritabilidad, cansancio, sueño y falta de concentración.
Alternativas
La nutricionista indicó que un desayuno saludable debe incluir agua, un carbohidrato, un lácteo, una fruta y una fuente adicional de proteínas. Asimismo, brindó algunas recomendaciones para tener una dieta no necesariamente estricta.
“Un día se puede comer una o dos rebanadas de pan integral, un huevo, un trozo de queso, alguna fruta y acompañar esto con un vaso de agua. En otra ocasión avena con leche, una fruta, un trozo de pavo y agua”, lo importante es variar sin dejar de incluir alimentos básicos”.
Por su parte, no deben estar presentes bebidas con altos contenidos de azúcar, comidas fritas o chucherías con altos índices de grasa porque, aunque aportan calorías, no añaden casi ningún nutriente al organismo.
“Hay que hacer un alto y darnos cuenta de que lo que comemos diariamente tiene un impacto muy fuerte en nuestra salud a mediano y, sobre todo, a largo plazo”, recalcó Vial.