Tegucigalpa, Honduras.- La temporada de frío ya se siente, aunque sea unos días sí y otros no, y con ella todos los desafíos que solemos enfrentar con nuestra piel frente a los fuertes vientos que deshidratan el órgano más grande del cuerpo.
Y es que a partir de este mes, la barrera cutánea comienza a ser despojada de sus aceites naturales, dejándola expuesta, seca y, por supuesto, vulnerable. Es por eso que el cuidado ajustado a las necesidades climáticas es clave.
Si bien muchas personas están familiarizadas con las cremas hidratantes y los bálsamos labiales, la verdadera preparación para el invierno va más allá de estos productos debido a la pérdida de agua —de forma precipitada— a la que se enfrenta la piel en climas fríos, por lo que optar por una crema hidratante más densa, que debería ser aplicada generosamente después del baño, es el primer paso.
Por otra parte, aunque el calor no sea evidente, la radiación ultravioleta sigue presente en la temporada.
Elija un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30 para aplicar generosamente en su rostro y cuerpo aún en los días nublados.
Otro punto a considerar es la temperatura de las duchas, porque aunque la propuesta de bañarse con agua caliente sea tentadora, este tipo de baños tienden a dejar la piel sin sus aceites esenciales, aumentando los niveles de sequedad.
Para contrarrestar estos efectos y propiciar un entorno amigable con su piel, opte por utilizar humidificadores que le ayuden a tener un nivel de humedad adecuado, lo ideal es dejarlo funcionar mientras duerme para que su piel se logre recuperar durante la noche.
Errores comunes que debe evitar
Las bajas temperaturas pueden provocar el estrechamiento del calibre de los vasos sanguíneos cutáneos, provocando una disminución de los nutrientes por una menor irrigación que propicia la aparición o exacerbación de ciertas enfermedades como dermatitis atópica, psoriasis o eccemas. Por tal motivo debe evitar:
- Mantener la misma rutina: Cambie su rutina por cremas más densas, aceites faciales y limpiadores diferentes para evitar que la piel se sienta tirante y con resequedad.
- Olvidar la hidratación corporal: Aplique una crema corporal después de cada ducha y preste atención a áreas con tejidos más gruesos como codos y rodillas.
- Usar productos agresivos: Limpiadores astringentes o jabones con sulfatos pueden resultar demasiado agresivos para la piel en invierno, mejor reemplácelos por fórmulas más suaves.
- Subestimar el viento: El viento frío puede ser uno de los factores más dañinos para la piel y salir sin cubrirse adecuadamente solo la expone al enrojecimiento y a la abrasión.
- Ignorar manos y pies: Las manos y los pies suelen ser las primeras zonas en agrietarse, por eso es ideal usar cremas específicas para esas áreas, y usar guantes y calcetines de ser necesario.
Otras recomendaciones que le serán de utilidad
- La exfoliación en esta temporada: Aunque la piel tienda a secarse por las bajas temperaturas, necesita de una exfoliación periódica suave para eliminar la acumulación de células muertas.
- Consulte a su médico de confianza: Ante cualquier duda consulte a su dermatólogo para establecer una correcta rutina de cuidado de la piel, evite automedicarse para impedir reacciones adversas.