Tegucigalpa, Honduras.- Con la llegada de los meses fríos, el incremento de enfermedades respiratorias es casi un rito estacional.
Resfriado común, gripe y covid-19 son tres malestares que se vuelven parte del día a día en cada entorno social y, de hecho, se tienden a confundir debido a sus síntomas similares; no obstante, el tratamiento de cada una varía y por eso debe saber diferenciarlas para actuar como es debido.
El médico David Ávila destaca que más allá de evitar posibles complicaciones, es importante identificarlos para detener su propagación.
Provocado principalmente por rinovirus, el resfriado común es el más benigno de los tres, sus síntomas —aunque molestos— suelen ser leves: congestión nasal, estornudos, picazón de garganta y, a veces, una ligera fiebre; “el resfriado rara vez desencadena fiebre alta ni afecta de manera intensa la capacidad respiratoria, siendo su impacto mucho más local”, aclaró el experto, por lo que, generalmente, la recuperación ocurre en pocos días sin mayor intervención.
Por otro lado, la gripe —causada por el virus de la influenza— es más severa, puesto que aparecen síntomas como fiebre alta, dolores musculares intensos, cansancio extremo y tos seca.
“En cuestión de horas, una persona puede pasar de sentirse bien a no poder levantarse de la cama”, explicó Ávila, destacando la importancia de las vacunas anuales para reducir su gravedad.
A diferencia del resfriado, la gripe puede derivar en complicaciones serias como neumonía, especialmente en niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas, enfatizó el entrevistado.
El covid-19, por su parte, es una enfermedad con presencia de síntomas que a menudo se superponen con la gripe y el resfriado, aunque sí existen algunas señales distintivas como pérdida repentina del olfato y el gusto, fatiga persistente y dificultades respiratorias que pueden llegar a ser graves, esto sin considerar que algunos pacientes pueden presentar signos leves o incluso ser asintomáticos, lo que complica su contención.
La dificultad de este virus radica en la progresión de sus signos, “a medida que el covid-19 avanza, puede acarrear problemas respiratorios severos (que en algunos casos deja secuelas) y la fatiga puede extenderse por semanas, incluso en casos moderados”, puntualizó Ávila.